“Drinking liquor, I change to quiet another person. And then, this other person also wants a little bit of liquor.”
-Herschel von Ostropol, circa 1750
La bendita frase nos ha llevado a buscar imágenes de ese momento en el que uno, -solo o acompañado- se lleva a los labios alguna bebida que nos altera la percepción de la realidad. El ritual del alcohol y la cafeína mantiene vivas y bien aceitadas -aunque a veces quizás no tan sanas- muchas relaciones. Este momento en el que comienza el viaje hacia las confidencias y la relajación ha sido capturado por muchos artistas. Aquí en el callejón hemos hecho acopio de algunas para su beneplácito. Corran por su café o su bebida espirituosa y disfruten.
¿Habrán plantado a la chica del abrigo verde? Su rostro luce ensombrecido por algo más serio que el ala de su sombrero amarillo. Quizá lee su suerte en los pozos del café.
Es como si a esta musa de Soyer se le hubieran acabado los cigarrillos. Por su expresión inferimos que bebió algo más fuerte que un café.
¡Bocetando con tinta y plumilla! Sin perder la elegancia claro está. Tras su copa de vino busca historias.
Mademoiselle Segatori prefirió cerveza.
Con el ajenjo mucha gente olvidó el frío por un ratito.
Esta chica está y no está. El ajenjo la volvió hacia adentro.
Me extraña que este par sólo haya pedido café.
Este señor va por buen camino. Tranquilamente.
¿Quién no puede dejar de identificarse con esta bella escena de Munch? ¿El grito fué antes o después?
¡Salud!