Estoy empezando apenas, a ver cuanto duro en esto ( de los blogs ).
He terminado de leer la serie de siete libros de La Torre Oscura y fué para mì una cosa extraña ir a comprar los dos ùltimos libros de la serie a la librería Gandhi, ya saben, tanta gente en los pasillos de Literatura Universal, tomando entre sus manos tomos de James Joyce, William Faulkner, Anais Nin y demás autores mientras que yo estaba ahí a escondidas buscando a don Esteban Rey. Me sentì francamente avergonzada entre tanta gente cultísima buscando un libro del ” Maestro de la literatura barata ” como lo llaman sus críticos. Y así fue que, cual niña de 13 años que espera a que el pasillo de las toallas sanitarias del súper quede solo para ir a tomar su caja de ” kotex ” ( porque el sólo pensar en llegar y tomar una frente a los demàs compradores hace que su cara arda de vergûenza ) me lancè al momentánemente desierto pasillo de literatura universal, tomè mi placer cupable entre las manos y salì disparada a la caja. Lo empecè a devorar en el camión ( la 634 ) y lo terminé 48 horas despuès. La misma escena se repitiò en Gandhi la semana que siguió y aqui estoy, el final es inesperado, triste y despuès de más de diez años de acompañar a Rolando en su periplo hacia la Torre Oscura me doy cuenta de que este final se asoma entre lìneas en todos los tomos anteriores. Se los recomiendo, es autor es Stephen King ( aunque eso ya lo había dicho )
Ahora quiero leer a Lobo Antunez, creo que cuando vaya por un libro de èl voy a encajar perfecto en la farolería que pulula dentro de Gandhi.
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