Tuve el honor de ser invitada a dar una conferencia dentro del marco de la tercera edición del Festival Arteria de Ilustración. La conferencia más bien se convirtió en una rica charla en la que compartí recomendaciones para avanzar en una carrera en las artes visuales, para poder comercializar la obra y a final de cuentas, poder vivir dignamente de esto. Todos los tips que compartí los he ido aprendiendo a lo largo de catorce años en este camino, y como le comentaba a la audiencia: si al aplicar algo de lo que di a conocer se ahorran unos años y progresan a mayor ritmo de lo que yo lo he hecho, pues qué maravilla, ése era mi objetivo. Uno empieza una carrera en las artes sin tener idea de para donde jalar o qué hacer, lo único que deseas es dibujar. Pero si defines los objetivos a largo plazo creo que los alcanzarás más rápido. Yo, como les comentaba a los artistas más jóvenes que me escuchaban, también he sido receptora de sucesos afortunados, pero si ello me ha pasado, es porque he procurado estar en constante exposición, ninguna de las personas que se han vuelto importantes en mi carrera ha ido a tocar la puerta de mi casa. Más bien ha sido al revés y he sido yo quien ha estado tocando puertas, consciente de que algunas nunca se abrirán.
Pero otras tantas sí.
Me hubiera encantado poder haber escuchado mi propia charla en su momento, me figuraba que ahí estaba mi yo más joven, poniendo atención, ñoñamente tomando notas, dispuesta a poner en práctica los consejos escuchados. Al final hubo una ronda de preguntas y respuestas, intenté contestarlas lo mejor posible, creo que lo hice bien. Fue la primera charla de este tipo que brindé y me gustó. Me gustó ver tanto joven súper talentoso. Me gustó devolverle al arte un poco de todo lo que me ha dado.