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El regreso del delgado duque blanco

El impecable chaleco negro sobre la blanquísima camisa almidonada. El ajustado pantalón oscuro donde los dobleces parecen sombras de carbón. Ni uno solo de sus cabellos rubios iba fuera de lugar al apropiarse del escenario aunque después, al calor de las luces blancas, su peinado se convirtiera en dos sutiles cortinas de pelo claro. La mano elegantemente huesuda sobre el micrófono cromado. La piel transparente sobre los prominentes pómulos. La pose demacrada y andrógina. El duque sobrevivía a base de cocaína, leche y pimientos. Su actitud era nefasta. Cantaba sobre el amor y el fuego mientras exudaba hielo y no dejaba de alimentar sus odios. No ocultaba su desdén por la calidez de las relaciones humanas y sin embargo suplicaba por “una caricia más…”

El duque blanco, el último personaje de David Bowie
El duque toma el escenario durante el tour White Light

Este era el Duque Blanco, el último de los personajes -o alter egos– tras el que se parapetó su majestad David Bowie durante 1976 cuando lanzó su álbum Station to Station. Una fachada por la que actuó la amargura y el dolor que había en su vida en ese momento: un matrimonio roto,  presiones de dinero, salud quebrantada y un frenético estilo de vida que no le dejaba mas que un vacío terrible.

Fué entonces cuando el cantante huyó a Europa y grabó -en colaboración con Brian Eno– los álbumes “Low”, “Heroes” y “Lodger”, que llegarían a ser conocidos como la “Trilogía de Berlín”.

David Bowie dejó atrás al duque blanco. Quedó como una fotografía a blanco y negro que sigue muy viva en las mentes de muchos. Incluyéndome. También estaba en la mente de alguien que decidió ir más allá: el artista Yoshitaka Amano. Amano resucitó al Duque Blanco en algunas ilustraciones maravillosas, lo pintó deslavado y glamoroso, vestido de Dior, acompañado de su reina, la actual esposa de Bowie: la supermodelo somalí Iman Mohamed. Y aquí no acaba la cosa, Amano le envió algunas ilustraciones al escritor Neil Gaiman, quien, para regocijo de todos, está escribiendo una historia basándose en las imágenes del japonés.

El Duque Blanco de Bowie, reinterpretado por Amano. La chica es la esposa del cantante, la modelo Iman

El duque blanco ha vuelto, en una versión que mantiene buena parte de su oscuridad original
Los personajes de Amano siempre me habían recordado a Bowie. Y aquí está él, pintado por Amano. Vestido de Dior.

La historia sigue en proceso, según dice Neil Gaiman en su sitio web. No proporciona mayores detalles y todo lo que no sabemos no hace mas que alimentar nuestra espectación. Se llamará “El retorno del delgado duque blanco”. Lo único que ha sido publicado hasta ahora salió en V magazine en su número 29 correspondiente al verano de 2004. Aquí en el callejón se nos hace agua la boca de imaginar a Bowie trabajando su alquimia musical para este proyecto. Amano dice que la historia narra la vuelta del Duque a Nueva York, y que debe rescatar a su reina, quien lo ha esperado por mil años. “En la vida real eso nunca sucedería, no lo esperaría tanto” -le dijo Iman al ilustrador con una sonrisa.

Ya es 2010.

Nosotros sí que lo esperaremos.