Lavinia, una mujer que solía ser un fantasma, gusta de sentir a la gente ahora que puede hacerlo a través de su propia piel. Ha aprendido a leer la mano y ofrece sus servicios algunas veces. Se sienta escuchando a la voz de su intuición, completamente inconsciente de que otra mujer crece dentro de su psique. Grafito y punta de plata sobre tela.
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