Con esas palabras es que Morfeo, el rey de los sueños, le gana al demonio Chrononzon el duelo de metamorfosis para recuperar su casco en la serie de cómcs The Sandman escrita por Neil Gaiman.
Morfeo toma la forma de la esperanza porque ésta no puede ser asesinada. Y de esta manera puede salir del infierno, dejando totalmente desarmado y frustrado a Lucifer, quien parece tenerle un resentimiento milenario.
La escena que más me gusta de este primer tomo es cuando Lucifer increpa a Morfeo tratándolo de denostar diciéndole que los sueños no tienen ningún poder en el infierno. El amo de los sueños responde con una frase que deja al Rey de las Mentiras completamente rabioso: «Dime Lucifer, ¿qué poder tendría el inferno si aquellos aprisionados aquí no pudieran soñar con el cielo?»
Triple Wow.
Yo a veces creo, como buena ñoñaza, que el insomnio que me ataca todas las noches es producto de que Morfeo está prisonero en alguna parte, desnudo y desamparado, dentro de alguna embrujada esfera de cristal escondida las húmedas profundidades del sótano de alguna orden ocultista.
Y si quieren entender de qué diablos estoy hablando, lean Sandman. Es la onda.
Esta semana se cocina El Callejón Magenta.
Me voy a trabajar, cuídense siempre.
D.