Saskia en el Subterráneo

Hay tres mujeres en el crucero, aguardando a pasar al otro lado de la calle: parecen simbolizar tres etapas en la vida de una mujer. Saskia está en medio y se pregunta a cuál le gustaría parecerse menos.

Saskia es devuelta a su mundo a lomos de una quimera y escoltada por varios habitantes del mundo subterráneo. Ahora conoce las leyes. Quizá un día regrese.

Saskia es llevada a una audiencia con el soberano del mundo-bajo-el-mundo. Su abogado pulpo habla a su favor, alegando su corta edad e ignorancia de las leyes. Saskia está aterrorizada. Al final baja la cabeza en humildad y se disculpa.

Saskia comete una falta muy grave en el subterráneo: sin querer usa como asiento a uno de sus venerables habitantes. Su despiste la ha metido en un enorme problema.

Saskia espera al tren con su fiel mariposa en la mano. La emoción de la nueva aventura no la deja ver que está en peligro.

Saskia sale de su casa y cree que no debe ser muy difícil encontrar su camino en el metro. No le parece extraño que un enorme pez salga deslizándose desde los profundos túneles.

Saskia consulta un mapa del Subterráneo. Observa que las líneas del metro conectan todo. Podría viajar incluso por debajo del Gran Mar hasta tierras que nadie conoce. Acuarela y lápiz sobre papel.

La amiga de Saskia, la fiel mariposa azul, es triturada en el subterráneo. Saskia la llora sin darse cuenta de que algo la acecha. Acuarela y grafito sobre papel.

Saskia se acurruca al lado del monstruo. La piel es resbaladiza y fría, pero la luz es tan cálida que a ella no le importa. Acuarela y grafito sobre papel.

Saskia, sumergida en la oscuridad del metro abisal, ve una luz a lo lejos. Esperanzada corre hacia ella, no sabe que su propietario quiere devorarla. Acuarela y grafito sobre papel.

Saskia está irremediablemente perdida, ha ofendido a los habitantes del subterráneo. Afortunadamente, un abogado pulpo la defenderá ante el Rey del Mundo de Abajo. Acuarela y grafito sobre papel.