Al norte del Lado Equivocado de la Ciudad está el barrio de las teñidoras de telas; esta es una hermandad de puras mujeres que tienen en sus manos la única fuente de colores brillantes en toda la ciudad. Ellas pintan los ropajes de los habitantes y también son unas costureras maravillosas. La cabeza del gremio es Mirna de Ciglia, una mujer muda que sin embargo nunca está en silencio. Acuarela y grafito sobre tela.