¡La semana cierra conmigo de compras para mi casa nueva!, en estos días se destrabaron muchas cosas. Empezando por el lunes, cuando POR FIN terminé el segundo cuadrote, lo barnizé lentamente mientras me escurría el sudor por la cara en mi tórrida cochera. Por la tarde compré unos metros de bajoalfombra para entregarlo. En la tienda de plásticos me enteré de lo obscenamente caras que son las cajas de cartón. El martes llegaron mis clientes por el monstruo de cuadro, no son unas personas precisamente expresivas, y cuando me dijeron que les parecía “bien” casi me dió el ataque, creí que exgirían algunos cambios, algunos cambios que yo ya no tenía energía para hacer. Pero felizmente se lo llevaron entre una alegre chorcha que yo trataba de cortar por los medios más corteses posibles, se me hacía tarde para mi clase de figura humana.
Por la tarde fuí a montar la expo de Saskia en el TEC, todo iba maravillosamente bien hasta que se cayó el cielo y una maldita ráfaga de aire se coló por las puertas sensibles al movimiento: tiró una de las mamparas que ya estaba cargada de cuadros. Varias personas corrimos a sostener la estructura pero ya los cuadros habían pegado contra el suelo. Ningún cristal se rompió pero cuatro marcos se despostillaron. Llamé a mi marquero y accedió darles primeros auxilios. Eran pasadas de las ocho de la noche, la tormenta no tenía trazas de parar. No pude ver el ustream de composta amateur a pesar de que llevé mi laptop para verlo. Tuitié ñoñamente (¿hay alguna otra manera?) desde las máquinas lentísimas del archivo de la biblioteca del TEC, ya que no pude treparme a su conexión a internet.
Como a las nueve salimos Arcelia (una de las chicas de difusión cultural del TEC con quien me entendí para todo lo de la expo) y yo rumbo al marquero, debido a la tromba avenida Vallarta estaba imposible, el trayecto duró más de una hora, las dos no hallábamos de que mas estupideces hablar para espantar el estrés. Isabella, la niñita de dos años de Arcelia, dormía en mis piernas.
El miércoles nos encontró mucho más fluidas, recogimos los cuadros reparados y el montaje ahora si fluyó sin contratiempos. ¡Incluso una chica de las que dá clases de maquillaje en los talleres de teatro me maquilló como Dios manda! La inauguración estuvo muy bonita, llena de lobos ;) y…amarré la sede de la exposición de los trabajos de mis alumnos del taller de pintura para ciegos. Hasta ese día no me dí cuenta de lo mucho que necesitaba volver al ruedo, volver a exponer y sentir esa emoción de estar platicando con la gente de tu trabajo, salir en los diarios, recibir toda suerte de opiniones y muestras de apoyo (mención especial merecen la srita. Cubo y la srita. Friki, a quien me encontré al día siguiente en el Museo Raúl Anguiano)
El jueves nos entregaron a Michelle y a mí las llaves de nuestra casa nueva. Por la tarde asistí a lo del Caparazón Perdido, empezó muy tarde. A las ocho huí rumbo a la Plazoleta Juárez donde ví junto con la manada la película Big Fish, la cual, claro, me dejó al borde de las lágrimas.
Y…¡hoy me hice de muchas cosas para mi casa! Compré un silloncito, un espejo, un tapete, un candil, un letrerito mono para mi baño y otras cositas…no, no he comprado lo más necesario:el refri. Pero ese lo adquiero mañana.
¡Ví una colcha tan hermosa y TAN cara! :(
Un abrazote a todos, cuídense siempre.
Ya presenté al señor Hugo, y a mi nueva casa. Pronuncié la palabra élfica “Mellon” dentro de ella.
Significa amigo. Y amig@s es lo que tenía enfrente en ese momento.
Un abrazote.
Cuídense.
Bais.