Mirna no necesita su lengua, con hilos y agujas es más elocuente que muchos de los más parlanchines habitantes de El Lado Equivocado de la Ciudad. Acuarela y grafito sobre tela.
Mirna no necesita su lengua, con hilos y agujas es más elocuente que muchos de los más parlanchines habitantes de El Lado Equivocado de la Ciudad. Acuarela y grafito sobre tela.