El puente sobre el que trabaja Selma es uno repleto de tráfico, humano y de vehículos. Tinta sobre papel.
Autor: Diana
Selma Lúnula
Selma es una mujer regordeta, con un corazón de oro. Vende dulces y chucherías en lo alto de un puente peatonal. Tiene una bolsa en la que le cabe casi todo. Aguafuerte.
Saskia supo que no eran sus verdaderas tías. Quizá ahora su vengan sus parientes. Pero por lo pronto, ella ha aprendido a cuidarse sola y a defender sus límites. Su mamá quizá estaría escandalizada, pero sin duda orgullosa. Ahora sale, sin olvidadarse de poner el cerrojo. Acuarela y grafito sobre tela.
Saskia invita a sus supuestas tías a una cena. Una cena muy especial. Las mujeres están encantadas: piensan que porfin la hosca niña amante de los insectos se ha doblado ante su carisma. Pero es demasiado tarde cuando se dan cuenta de que la mocosa ha usado las mariposas en almíbar para preparar el exquisito potaje que se devoraron sin casi sentir. Los miembros se les agarrotan y el aire se congela en sus gargantas tal como Saskia lo sospechó: alérgicas a las mariposas. Acuarela y grafito sobre tela.
Saskia tiene un tesoro secreto. Un pequeño dragón blanco que flota dentro de una redoma de cristal. Tras la revelación de las mariposas, decide que necesita valor para hacer lo que debe. Así que se bebe al dragón de un sólo trago. Acuarela y grafito sobre tela.
Horrorizada, Saskia descubre a sus tías en torno a un caldero humeante, sus caras torcidas en muecas monstruosas, el sonido de sus risas hace vibrar las vísceras de Saskia y los cristales de las ventanas. No puede creer que estas mujeres sean las hermanas de su madre. Luego, una de ellas, casi indolentemente, arroja una mariposa al caldero, que ya bulle de alas multicolores. Saskia se queda clavada en su puesto, ahora comprende porqué cada vez encuentra menos mariposas en sus paseos furtivos. Acuarela y grafito sobre tela.
Una noche, unas risas extrañas, estridentes, despiertan a Saskia. Incapaz de volver a dormirse, decide descubrir quién las causa. La mariposa azul va en pos de ella. Acuarela y grafito sobre tela.
Saskia sale de casa sin permiso e invita a entrar a una mariposa. Desde lejos, una de sus tías la ve. Acuarela y grafito sobre tela.
Saskia ama las mariposas. Son sus animales favoritos, y lo eran también de su madre. A sus tías parecen no agradarles nada. Acuarela y grafito sobre tela.
Saskia se quedó sin mamá. Unas mujeres han venido a hacerse cargo de ella. Les abrió la puerta sin preguntarles quienes eran, ellas dijeron que eran sus tías. Acuarela y grafito sobre tela.
Hasta siempre
Ella de niña amaba los árboles, aún los ama. Aquí se despidió de uno al que irremediablemente sacrificaron al día siguiente. Acuarela y tinta sobre papel.
Persiguiendo el nuevo Mundo
No sé si lo encontraron, ojalá hayan logrado capear todas las tormentas. Tinta sobre papel.
Ella y Él estuvieron juntos un buen rato. Fue un buen encuentro. Tinta y acuarela sobre papel.
Liberando Alma
Detrás de la máscara, Lavinia se dá cuenta de algo: el teatro está vacío. El silencio la ensordece. No ve a nadie, los asientos lucen maltratados, empolvados, como si nadie se hubiera sentado ahí en años, la duela del escenario cruje bajo sus pies, la ex-fantasma ha estado cantando para los espíritus que habitan el teatro, y se ha sentido feliz. Lavinia, curiosamente, no se siente decepcionada, sabe que si se quita la máscara, la ilusión volverá. Un pájaro escapa de su jaula, los huesos de Lavinia siguen igual de sólidos. Acuarela y tinta sobre papel.
Tras Bambalinas
Justo antes de tomar las tablas, Lavinia recibe un regalo de parte de sus agentes: una máscara como la que ellos usan. Es hermosa, la cantante del espíritu fragmentado de la pone y sale a enfrentarse al público. Grafito sobre papel.
Inquilinos del Largo Espejo
Lavinia se prepara para otro espectáculo. Sus agentes y músicos sólo se ven dentro del espejo. Lavinia no se da cuenta. Ella sólo piensa en el embriagador sonido del público, en la libertad que le da el escenario. Grafito sobre papel.
Los dogmáticos del Tejado
Los extraños agentes tejen hilos sobre la ciudad, o quizá sólo le dan mantenimiento al teatro. Fotograbado, aguafuerte y aguatinta.
Lavinia canta y se entrega en cada actuación. Sus admiradores siempre llevan máscaras. Lavinia no se pregunta porqué, ella es demasiado feliz como para cuestionarse tan extraño fenómeno. Acuarela y tinta sobre papel.
El Mundo, mero Escenario
El acto de Lavinia se anuncia en carteles por toda la ciudad, los extraños agentes logran que las funciones se abarroten. Lavinia está feliz de ser vista y no ignorada. Como cuando era un fantasma. Acuarela sobre papel.
Música de Sótano
Lavinia se instala en el teatro, por las noches baila al son de la música de los extraños hombres. Pronto se les une cantando, y el espectáculo de vodevil de Lavinia Borromeo pronto se anuncia en la marquesina. Grafito sobre papel.