Algunos tipos extraños en el callejón se aparecen tocando música. Lavinia les pregunta dónde viven, ellos dicen que en el teatro. El baúl con pies de Lavinia los sigue. Monotipia.
Autor: Diana
A la vuelta del Teatro
Lavinia Borromeo es una ex-fantasma que desea cantar en un gran escenario. Ella carga su espíritu fragmentado en decenas de aves enjauladas, sólo así puede mantener su forma física. Detesta lo abstracto, es una amante de lo sensual. Acuarela, tinta y acrílico sobre papel.
Tejido Cicatrizal
Klodia finalmente recibe a un paciente, pero estando aún muy distraída por la angustia de la flor, no repara en que este hombre vino hace muy recientemente y, yendo en contra de una de las primeras leyes de las emociontomías, que dice que debe pasar una considerable cantidad de tiempo entre una y otra, le abre el pecho sólo para darse cuenta de que sin querer le ha provocado la muerte. Klodia llora, dándose cuenta de que ese paciente había venido a morir en sus manos. Igual que la flor. Grafito sobre papel.
Klodia ama observar el mundo desde su cuarto piso, arma su telescopio y mira la vida de los otros. Tal vez pueda ver los momentos en que sus corazones se atribulan, para luego ser desahogados por ella y su maravilloso escalpelo. Tinta y acuarela sobre papel.
Mortaja para dos
Totalmente obsesionada con la flor, Klodia ha dejado de lado a sus pacientes. Al grado que no se sabe quién luce más moribunda: Klodia o la flor. Más y más gente de corazones atribulados hacen fila a la puerta de su consultorio, esperando a que la Vacia-Corazones sea capaz de blandir su escalpelo de nuevo. Grafito sobre papel.
Klodia lo ha intentado todo para salvar a la flor. Pero no tiene un corazón que ella pueda vaciar, no habla, no hay comunicación que la Vacia-corazones pueda emplear para saber cómo ayudarla. Está más allá de todo su conocimiento. En medio de la desesperación, Klodia se la lleva al bar más cercano, esperando que su sangre pueda ser revitalizada con una copa. Grafito y prismacolor sobre papel.
Klodia espera su turno para cruzar la calle. En El Lado Equivocado de la Ciudad siempre llueve, así que todos tienen paraguas, hasta los gatos. Tinta y acuarela sobre papel.
Klodia no puede evitar recoger la flor del piso, tampoco puede evitar besarla. Hubiera sido aplastada por tantos pies indiferentes. Grafito sobre papel.
Serendipitia
Un día, Klodia se encuentra una flor moribunda en la calle. Tinta y acuarela sobre papel.
Sanadora
Klodia desarrolló la técnica de extracción de emociones para emplearlo en sí misma. Desgraciadamente no puede hacerse una ella sola. Así que la usa para aliviar a los demás. Es una verdadera cirugía. Con escalpelos y todo, Klodia sabe dónde cortar, pues conoce el corazón humano a la perfección. Tinta y acuarela sobre papel.
Klodia tiene su oficina en un cuarto piso. Ahí recibe a sus pacientes deseosos de liberarse de sus emociones no resueltas. Las emociontomías tienen gran demanda.
Klodia Columbario
Klodia es más que una buena escucha. Es una extirpadora de emociones. Ciega de un ojo. Gajes del oficio. Carbón y pastel sobre papel.
Klodia Columbario no tiene problemas con La Calaca. A ella no le angustia saber que un día la fiesta terminará. Grafito y acuarela sobre tela.
3 am, estás de más
Antes de decidir ir al Gran Mar, Errut considera todo lo que sobra en su vida. Le falta tiempo para saberlo. Pero no le sobra para decidir. Grafito sobre papel.
Errut llega al Gran Mar, tira sus guantes y su caja negra. Lo que más desea es sentir la arena y el agua. Un reflejo diferente. Tinta sobre papel.
Descenso
Errut desciende hasta el Gran Mar, el dragón susurrándole la dirección al oído. Lo único que le quedó fue su caja negra. Acuarela y tinta sobre papel.
Cómetelo, Llévatelo
Errut se lleva al dragón blanco a casa, donde le dá de comer todo su equipo de boleadora de zapatos. El dragón casi se atraganta pero se lo come. Ahora Errut ya no tiene cómo ganarse la vida en esa ciudad, no le queda mas que irse. Tinta y acuarela sobre papel.
Momentum
Vagabundeando por un barrio desconocido, Errut se topa con un pequeño dragón blanco que parece hambriento. Él promete decirle cómo llegar al Gran Mar, si le da algo valioso de comer. Tinta y acuarela sobre papel.
Intermedio
Errut se sube al metro, esperando toparse con alguien quien le pueda decir por dónde queda el Gran Mar. Tinta y acuarela sobre papel.
Errut intenta acordarse en vano de la última vez que bolear zapatos la hizo feliz. O cómo fué que terminó mirándose en los zapatos brillantes de tanta gente todos los días. Grafito sobre papel.