Errut vino de otra ciudad, pero ya no recuerda de cuál. Ni tampoco porqué se mudó. Carbón y pastel sobre papel.
Autor: Diana
Sinfonías de Destino
Errut se da cuenta un buen día que está un poco harta de bolear zapatos. Ha oído rumores del Gran Mar. Pero no sabe si podrá alcanzarlo. Grafito sobre papel.
Errut Trastabire es una boleadora de zapatos, una profesional. De clase mundial. Trabaja en una ciudad ruidosa y llena de gente con zapatos muy sucios. Aquí intenta volver a casa en medio de un tráfico terrible. Grafito sobre papel.
Ven bajo este árbol, amarra un deseo en sus ramas, y tal vez se haga realidad. Grafito y acuarela sobre tela.
Visión de la Bruja Ciega
La anciana bruja no se queja, no gimotea, no necesita sus ojos. Vé a través de su amuleto. Y mira más que aquellos que nacieron con el don de la vista. Grafito y acuarela sobre tela.
La señora logró salir embarazada a pesar de su avanzada edad. Va a parir sixtillizos. Pero no sabe cuándo. El eclipse de luna la asusta y se amarra un listón rojo alrededor de su vientre para proteger a sus hijos no nacidos. Grafito y acuarela sobre tela.
La Pierna Astillada
El anciano se ha roto la pierna. En varias partes. Y el hueso se astilló. Su esqueleto es frágil pero no le importó, quiso saltar de cualquier forma. Los amuletos que lleva al cuello no lo protegieron. Ahora sacrificó una mariposa para sanar más rápido. Grafito y acuarela sobre tela.
Muerte de la Pitonisa
Le ha llegado su hora a la pitonisa. Sus discípulos intentan en vano, mediante cánticos y hechizos, detener su muerte. Amarran bendiciones al pie de su cama, rezan en grupo y desesperan. Ella intenta decirles que se va en paz. Y que nada la detendrá. Grafito sobre tela.
La Suerte anda Leprosa
Saskia necesita suerte. Va a comprar un poco. La Suerte es una leprosa que deja sus pedazos por ahí, y apenas se mantiene de una pieza dentro de sus ropajes. Le corta una patita a un conejo y le hace a Saskia su amuleto. Grafito y acuarela sobre tela.
Agüitas de Chon
La regordeta bruja vende agüitas de chon para que sus clientas puedan atrapar al hombre de sus sueños. Aunque a ellas quizá les funcionaría más mejorar su apariencia. El perro de la bruja roba los chones nuevos de algún tianguis. Están siendo engañadas. Grafito sobre tela.
La chica es una fabricante de jarrones para contener demonios. Les escribe un conjuro para mantenerlos quietecitos en la oscuridad de la vasija. Pero no sabe que cometió un grave error con el anterior. Una letra mal escrita le costará muy cara. Grafito sobre tela.
Pesadilla de la Envidia
La envidia, con su faz aún más verde de lo habitual, sobrevuela una multitud protegido con amuletos contra ella. Impotente, no encuentra en donde posar su nave universal. Grafito y acuarela sobre tela.
La Hermandad de las Líneas y los Hilos
«Si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo»
-Albert Einstein
Se me han ido tantas horas de mi vida trazando líneas, dibujando con distintos medios: lápiz, tinta, carbón, acuarela, pastel, mordentes en el metal, lápices de colores, crayolas, tiralíneas, plumas atómicas, que he decidido escribir un poco acerca de ello.
Creo que los dibujantes tenemos una forma un poco abstracta de ver el mundo. Porque aunque dibujemos figurativo (o sea representemos formas y figuras reconocibles por tener una base en el mundo real) la verdad es que el universo tal como lo percibimos los humanos no se vé con rayitas.
Las líneas son una cosa francamente fascinante. Si las pones muy juntitas producen un efecto más oscuro que si las separas. Puedes superponer capas de líneas para producir efectos de sombras y transparencias a la manera de una acuarela o un temple. Es como ir entretejiendo una forma, (y miren que yo no sé tejer, pero los hilos y las líneas tienen semejanzas muy sospechosas, la tela de la que está hecha la ropa está formada de cientos de hilos muy muy juntos, sólo que no los percibimos a simple vista) todo este asunto de tejer (¿o hilar?) con líneas lo han entendido a la perfección artistas de todas las épocas, entre los grandes está mi ídolo de todos los tiempos: Rembrandt, también Vlady (mi nuevo amor), ese mujerón de sensibilidad exquisita: Kathé Kollwitz, el genio del aguafuerte: Piranesi, y por supuesto Harry Clarke: virtuoso de la tinta.
Hay otro grande secreto de las líneas encerrado en una pequeña palabra que obra milagros, muy a la manera del «Abracadabra» que le abrió la cueva a Aladino, esa enormísima e infaltable capacidad que ha de dominar cualquier dibujante que quiera preciarse de serlo, un vocablo que abre los misterios de la profundidad a la que se puede llegar con un instrumento tan humilde como un lápiz o una plumilla insertada en un canutero, el último bastión del(a) hilvanador(a) de líneas: la paciencia.
Porque las líneas no sólo sirven para delimitar una forma en la pista de juegos del papel o el bastidor, también constituyen una red completa de sombras que le den volumen a toda figura por más vulgar o fantástica que sea.
El dibujo es una técnica que revela sin tapujos el estado emocional de quien lo ejecuta. No hay forma de parapetarse detrás de una masa de color, las líneas quebradas, rígidas o interrumpidas hablan del dibujante, de su capacidad o carencia de ella, de su nerviosismo o falta de concentración. Las líneas obsesivas, fluidas, desgarradas y repetidas hablan de la pasión, el fervor, la neurosis, el lirismo del autor.
Por algo la letra de cada quién revela tanto, la caligrafía no es mas que una forma de dibujo.
El dibujo ofrece una cartografía del alma. Es espiritual.
We party too in Minas
Estoy haciendo el quehacer sesuda y esmeradamente porque hoy por la noche Minas Morgul se viste de gala. El paso de la Araña se engalana de antorchas, las dos escaleras se iluminan con cientos de velas, hoy el aliento de la armada orca se une para entonar himnos de martini y rotolatas.
Ayer fuí a Jocotepec y no comí nieve. Ayer terminé otro cuadro: una tina con pies para una mujer sin ni uno.
Una amiga tuvo una semana de santo recogimiento, yo tuve que envolvió una revelación que me dejó sin copas en mi casa y las uñas más mordidas de lo habitual. Ni idea que haré.
Me voy a limpiar el baño.
Encontré en modo «chuffle» de mi Ipod esta canción de Alanis Morrissette, esta mujer no es mi hit, pero la letra de su canción: «Not the doctor» resume algunas de las cosas que le diría a cualquier hombre que desee caminar conmigo:
I don’t want to be the filler if the void is solely yours
I don’t want to be your glass of single malt whiskey
Hidden in the bottom drawer
I don’t want to be a bandage if the wound is not mine
Lend me some fresh air
I don’t want to be adored for what I merely represent to you
I don’t want to be your babysitter
You’re a very big boy now
I don’t want to be your mother
I didn’t carry you in my womb for nine months
Show me the back door
Visiting hours are 9 to 5 and if I show up at 10 past 6
Well I already know that you’d find some way to sneak me in and oh
Mind the empty bottle with the holes along the bottom
You see it’s too much to ask for and I am not the doctor
I don’t want to be the sweeper of the eggshells that you walk upon
I don’t want to be your other half I believe that 1 and 1 make 2
I don’t want to be your food or the light from the fridge
on your face at midnight
Hey what are you hungry for
I don’t want to be the glue that holds your pieces together
I don’t want to be your idol
See this pedestal is high and I’m afraid of heights
I don’t want to be lived through
A vicarious occasion
Please open the window
I don’t want to live on someday when my motto is last week
I don’t want to be responsible for your fractured heart
and its wounded beat
I don’t want to be a substitute for the smoke you’ve been inhaling
Well, What do you thank me,
What do you thank me for?!
D.
April is scorching
April has come, bringing with itself heat. Tons of heat. Two weeks ago i faced a dead drunk unicorn on my doorstep, trying to hug me in a very suspicious manner. Things could have gotten extremely ugly if i had not politely kicked him out of my house. But i had a terrible night, being stone-drunk myself, i thought i had ruined everything, and that things would never be the same. That it was my fault, and that the bubble had finally burst.
But with the morning came sobriety and things passed smoothly, as if nothing ever happened.
Because nothing really happened.
The unicorn called and he gave me his poker voice. Great for me. But i was exhausted, having slept poorly sprawled on the floor, as this was the only spot of my house that wasn´t spinning in that ill- fated night. I remember the light of my laptop shinning gloomy in the middle of the darkness, on top of my bed as i cried.
But this passed, and my world is fine again. I am working with a great pace and most importantly: peacefully. In spite of all the everyday problems one must face just for being alive.
I have seen good friends, gone out with guys, started new proyects, got drunk again, screamed at a concert, drawn like crazy, discovered unknown artists, sweated in the engraving workshop, eaten scarcely, sang alone, kissed my beloved Klo, updated my blogs, worked on my upcoming website and many more secret activities.
I bought two novels in LA, one is American Gods, the other one is Good Omens. I have read neither one. Yet.
So i´m off to sleep. I felt like escaping today, from this guy who brought me home. Maybe because he said he wanted children. But God knows.
Take Care You All!!
D.
Desde Rusia con Amor
¿Qué es un hombre rebelde?
Es un hombre que dice: «No»
-Albert Camus
Ví un libro publicado por el CONACULTA acerca del Taller de Grabado Mario Reyes en el taller al que asisto. Es una publicación modesta, con fotos de calidad bastante pobre, y sin embargo, la imagen pequeña y borrosa de un grabado bastó para dejarme intrigadísima con lo que observé: una escena de un cuarto, resuelta con líneas trepidantes, vertiginosas; personajes extraños habitando un armario. Un haz de luz temblorosa bajando por la ventana. Un ave indistinta muy tiesa en una esquina. Mi maestro me dijo que él vió ese grabado en vivo, que era una absoluta belleza, y que retrataba uno de los cuartos de la celebérrima Casa Azul de Coyoacán; hogar en su momento de Diego Rivera y Frida Kahlo. El autor: un ruso naturalizado mexicando llamado Víctor Kibalchich Rusakov, mejor conocido como Vlady.
Vlady nació en Petrogrado en 192o, en medio de la guerra civil. Su padre fué el escritor y político Víctor Serge, quien sufrió la persecución por el régimen totalitarista de Stalin. Escribió: «Pasaba las noches con los comunistas, en los puestos avanzados de la defensa. Mi mujer, encinta, dormía detrás en una ambulancia. Con una pequeña maleta que contenía algo de ropa y nuestros objetos más queridos, con el fin de que pudiésemos reunirnos durante el combate y abandonar juntos el campo de batalla».
Vlady y su padre se exiliaron en Bélgica y luego en la nación francesa, donde internaron en una clínica a su madre: Liouba, quien agobiada por las persecuciones había perdido el juicio. Ella moriría ahí unos años después.
Durante su estancia en Francia decidió ser pintor, conoció a figuras como André Bretón, Wilfredo Lam y Aristide Maillol, quien lo inició en la técnica del grabado. Desgraciadamente, la ocupación de Francia por parte de los nazis en 1941 obligó a padre e hijo a exiliarse sin ser aceptados, por su filiación comunista, en La Martinica, República Dominicana y Cuba. Felizmente, México los acepta en 1943.
Víctor Serge falleció en 1947. Vlady se casó entonces con la mexicana Isabel Díaz, a su lado comienzó a incorporar en él la amalgama única de las culturas rusa y mexicana. Según la crítica de arte Berta Taracena, Isabel se convirtió en «La tierra de Vlady» dándole por fin una patria y un idioma al refugiado franco-ruso.
En 1949 se naturalizó mexicano, participando desde 1945 en mútliples exposiciones colectivas e individuales. Hizo viajes de estudio a Europa, fué seleccionado para participar en varias Bienales, entre ellas las de París, Sao Paulo, Tokio y Córdoba en Argentina.
Promotor de la Generación de La Ruptura (que perseguía una separación de la corriente nacionalista, buscando terminar con la hegemonía de los tres grandes: Rivera, Siqueiros y Orozco) se acercó a artistas como Alberto Gironella, José Luis Cuevas, Héctor Javier y Enrique Echeverría, estableciendo los derroteros del Nuevo Arte Moderno a partir de los cincuentas.
Aunque es la obra gráfica lo que más me fascinó de la obra de este ruso, he de decirles que Vlady también realizó murales: entre ellos unos monumentales en el Palacio Nacional de La Revolución, en Nicaragua , y los que adornan los muros de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada en la Ciudad de México.
No le faltó el reconocimiento, en 1968 recibió la beca Guggenheim y viajó a Nueva York por más de un año a producir obra en compañía de Isabel. En 1998, el gobierno de Francia lo nombró Caballero de las Artes y las Letras, y en 2004, a un año de su muerte, donó alrededor de 4,600 obras, entre pinturas, dibujos y grabados, al pueblo de México por medio del Insituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Esto es sólo un poco de lo que es el vasto contexto que formó a este extraordinario artista. Les recomiendo con todo mi corazón que no se queden sin conocerlo. Aquí sólo abrí una pequeña ventana, como aquella del grabado de él que tanto me conmovió. Yo sólo puedo decirles que tengo un nuevo amor. Y que es ruso.
Los Siete que Iluminan
Nadir conoce a otros seis chicos como él, todos de cabellos chinos y túnicas negras. Tal vez ellos tampoco querían pensar más en las posibilidades negras. Y ahora con la luz que brilla sobre sus cabezas guían a buen puerto a los barcos que amenazan con estrellarse en la costa de El Lado Equivocado de la Ciudad. Tinta sobre papel.
Nadir ve a lo lejos seis luces fluctuantes. Se dirige hacia ellas por entre las suaves dunas, su túnica negra ondeando al viento. Vuelve la cabeza una vez más y ve que Cenit ha ido a despedirlo, la niña levanta su pequeña mano en un adiós para su hermano. Tinta sobre papel.
La Nueva Barajadora de Destinos
Nadir se topa con Errut Trastabire, la nueva barajadora de destinos en la entrada al Mar. Esta mujer de pulgar ígneo estampa nuevas líneas en su mano. Ahora eligió un camino distinto, igual que ella lo hizo en su momento. Tinta y acuarela sobre papel.
De viaje con el Viejo
Nadir decide ir al Mar. Su padre está furioso. Nadir no sabe de dónde está sacando el valor, pero ya no se le ocurren las posibilidades negras de la ciudad. Sale a la calle y ahí está el viejo. A la ciudad no parece sucederle nada malo porque un muchacho busque el Gran Mar. Tinta sobre papel.