Anja se siente aburrida, siente deseos de salir pero tampoco quiere pedirle permiso a su padre. Un permiso que seguro le será negado. Así que decide salir sin avisar. Un poco nerviosa pero también llena de la expectativa de la aventura, abre la puerta y se escurre hacia afuera silenciosamente. Acuarela y grafito sobre tela.
Anja y Su Paraguas de Cuatro Patas
Anja es una niña que desea tener un perro. Su padre, un veterano de guerra a quien le falta su mano derecha, se lo prohibe. Entonces ella decide salir a la calle, a pasear bajo la lluvia, sin permiso. Se pierde y conoce a un misterioso perro negro.
Secretos
Una Anja llorosa y perdida escucha con atención los secretos que el dulce perro negro vierte en su oído. Acuarela y grafito sobre tela.
Nosotros
Anja se reúne con su frío padre, recibiendo por fin el abrazo que tanto deseaba. Ha logrado hacerse de su perro soñado y también recuperó su paraguas. Todo en uno. Acuarela y grafito sobre tela.
Esta es Anja, el señor de al lado es su padre. Anja no tiene mamá. Su padre perdió la mano en la guerra. Es un hombre frío. Anja es como una cebollita: capas y capas de emociones envuelven su corazón. Ansía tener un perro. Su padre no se lo permite. Acuarela y grafito sobre tela.
Anja se queda dormida en la calle. Al lado del calientito cuerpo del perro. Sueña que es suyo, y que puede llevárselo a casa. Acuarela y grafito sobre tela.
Anja intenta convencer a su paraguas convertido en mariposa que vuelva con ella. Que la proteja de la lluvia, del sol, que sea de nuevo su compañera en sus escapadas por la ciudad. Que sin ella no podrá hacerlo más. En El Lado Equivocado de la Ciudad, no tener un paraguas es como andar desnudo. Pero la mariposa no hace caso. ¿Porqué habría de hacerlo? Ahora es libre. Acuarela y grafito sobre papel.
Anja ha perdido su paraguas. Llena de tristeza, se echa a llorar. Pero también llora por su mamá y por su papá. Se siente muy sola. En eso, una lengua cálida y húmeda toca su nariz. Acuarela y grafito sobre tela.
Anja sigue al perro hasta el barrio prometido por el susurro de su secreto. Las mariposas vuelan libres, saliendo de los resumideros. Los paraguas perdidos en los caños se convierten en mariposas, tienen una segunda oportunidad. Anja busca al suyo entre el mar de alas multicolores. Acuarela y grafito sobre tela.
Al despertar por la mañana en la fría calle descubrió algo más que un perro a su lado. Logra encontrar el camino a casa y encuentra a su padre doblado de aflicción por su ausencia. Anja toma su mano entre las suyas y le susurra al oído: «Papá, he traído un perro». Acuarela y grafito sobre tela.
Anja camina alegremente por las calles mojadas cuando una traicionera brisa arranca el paraguas de sus manos. La niña lo pierde de vista unos instantes y luego lo ve, el objeto de líneas elegantes deslizándose rápidamente rumbo a un resumidero, Anja corre desesperada tras él pero es inútil. El paraguas desaparece en las profundidades del sistema de aguas negras de El Lado Equivocado de la Ciudad. Acuarela y grafito sobre tela.