Cuando las provisiones se acaban, las cosas se ponen feas. Los cónyuges comienzan a pensar en qué sabor tendrá la carne del otro. A final de cuentas, es otro ritual de posesión, otra forma de conocerse mejor. Y ni les gustan los chícharos. Grafito y acuarela sobre tela.
Categorías
El Chícharo Discordante
![](https://dianamartin.net/es/wp-content/uploads/sites/3/2011/04/peabattle.jpg)