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La gloriosa hemorragia nasal de Edward Gorey

Túmbate boca arriba y tápate la nariz, es lo que debes hacer si tienes una roja fuga
Haz como el señor si te sangra la nariz, túmbate boca arriba y tápate la fuga

En 2005 tomé un taller de grabado en el estudio de José Fors. El tórculo enorme, con su imponente platina y sus metálicos rodillos gemelos convivían en medio de botes de acrílicos, ramilletes de pinceles y bastidores con sus telas a medio tensar. El papel liberón se apilaba en la mesa que los alumnos usábamos para ejecutar nuestros trabajos sobre  placas metálicas.  Mis manos, al terminar la sesión, olían a cobre y a sangre, por el hierro del que estaban hechas las gurbias de grabado.

Fué con esas manecitas tan cochinas que tomé por primera vez un libro de Edward Gorey. El señor Fors tenía a bien dejar sus libros desperdigados por el estudio. Este libro no era otro sino el célebre Amphigorey, en cuyas páginas se narra, con breves textos e imágenes, entre otras cosas, la desventurada suerte de 26 niños cuyos nombres comienzan con cada letra del alfabeto.

La S es por Susan, quien pereció de ataques
La S es por Susan, quien murió de ataques

La K es por Kate, quien fué golpeada por un hacha
La M es por Maud, a quien se la llevó el océano
La X es por Xerxes, quien fué devorado por ratones

Edward Gorey es un ilustrador y escritor norteamericano que nació en 1909 en Chicago. Su trabajo plástico es sumamente ingenioso y macabro, su humor es fino, nostálgico, y tan negro como su técnica preferida, la tinta.

Sus líneas son sencillas y en sus planos predomina la vista de perfil. Al señor Gorey parecen tenerle sin cuidado las perspectivas complicadas o los rostros hiperdetallados. La humildad de su ejecución deja hablar contundentemente a los textos que van aparejados con sus imágenes. Aunque debo decir que el señor Gorey ha publicado libros mudos enteramente elocuentes.

Edward Gorey es un apasionado del teatro, diseñó el vestuario de la versión de Broadway de Drácula, recibiendo un premio Tony (los óscares del teatro) por este trabajo. Y su genial historia  El invitado incierto, ha sido adaptada para las tablas por las compañías inglesas de teatro Hoillopoi y Touring en asociación con el Teatro Real de Plymouth.

El invitado incierto sale de las páginas
El invitado incierto sale de las páginas

2000 fué el último año de Edward Gorey, a los 75 años, la muerte, uno de los temas que más tocó en su obra, lo alcanzó.  Su obra, igualmente sublime que mística y absurda, le sobrevive, y a ésa si que nunca, la tocará la calaca.

El rostro detrás de la pluma

http://www.edwardgoreyhouse.org/