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La sociedad del temple de huevo

Pues no postié nada en julio. Fué un mes algo difícil un poquito masomenos. Tuve una crisis creativa y otra de salud. Al mismo tiempo. Era una tosedera épica de esas de dar miedo junto con mocos y toda demás parafernalia. Además una mañana me encontró con los ojos sellados de conjuntivitis. Me asusté. El doctor dijo que era sinusitis. El remedio: una inyección y ronda de antivirales. Luego la visita a un homéopata que es como un sacerdote. Ahora, las gotas tres veces al día. Mandé a mi terapeuta al cuerno, arreglé un asunto de una expo, tuve un agarre terrible con una técnica nueva, y al final llegó agosto y todo se está enderezando. Este mes la portada de la revista KY es mía. No se la pierdan.
Lolo -el gatoperro- tiene ya más de un mes conmigo. La Mansión Belga toca su final. Un año complicado se está terminando. Quién sabe que sucederá.
Y con los meses me voy sintiendo más cómoda con mi condición de mujer soltera en ciudad grande. Más convencida de no aceptar jamás de nuevo una situación ambigua y dolorosa. Ando por el mercado con la sensación de estar escarbando en la basura. Quien sabe y pronto encontraré un tesoro.
Por lo pronto hoy hay comida vegetariana y buenos amigos.

Cuidense,

Bais.