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Ventiuno

Este año cumplo ventiún años en el arte. Este es un post en el que intentaré conmemorar, revivir y transmitir un poco de lo que han sido estas poquito más de dos décadas de dibujar.

Este año cumplo ventiún años en el arte. Este es un post en el que intentaré conmemorar, revivir y transmitir un poco de lo que han sido estas poquito más de dos décadas de dibujar. Arranco con dos mensajes de las primeras páginas de mis libros de comentarios. Quienes me conocen sabrán que cuando expongo, suelo ser muy cargante (intento ser dizque encantadora) con la petición de que me escriban algo en estos cuadernos de los cuales ya voy en el tercer tomo. Suelo revisitarlos más o menos una vez al año. Esta vez, la primera que los leo en la postpandemia, me sorprendieron con más dolor las ausencias, aquellos y aquellas que ya no están físicamente pero cuyas palabras aprisioné en estas páginas. Al releerles, escucho sus voces en mi cabeza. 

21 años de carrera en tres libros de comentarios. Siax, Saskia y Lord Diadema en las portadas.

En contraste, las permanencias me atenazaron el corazón. A menudo me pierdo en la nostalgia, me obsesiono con los huecos. Con los finales. Pero aquellos y aquellas que me han seguido a lo largo de tantos años, que llenan mis silencios acompañándome, aguantándome, nunca dejándome abajo, todos ustedes siguen ahí susurrando que no me pierda, que no me olvide de compartir todo lo que ande rayoneando. Porque soy ensimismada, terca, todo lo cocino muy lento. Y aborrezco que me presionen porque eso me descoloca totalmente.

“Diana, felicidades!!!

Deseo que todo salga súper.

Alguien que te quiere.”

Mensaje no firmado. El primerísimo de la primera página del primero de los tres libros de comentarios. Del tres de noviembre de 2001. Spoiler: es de mi mamá. Ahí va todo. Mamá: cuando te vuelva a ver te digo si todo salió súper. Por lo pronto tengo paz, salud, amor y perritas. Espera… sí va súper todo. También te quiero.

“Muchachita, te pasaste de la raya, tu obra es lo más delicadamente profundo, dulce y trémulo que haya visto nunca. Me gusta que vayas así: despacito y subterráneo como una especie de temblorcito que sacude la dura corteza de este corazón llamado Tierra… sigue así niña, gracias por invitarnos a tu mundo tan delicadamente tenebroso y luminoso. Dios te bendiga. 

Con cariño y admiración. 

Tu amiga,

— Pilar Coffeen.

Mensaje dejado en mi librito de comentarios durante mi primera exposición individual, el 23 de noviembre de 2001.

Las palabras de la querida artista multidisciplinaria, maestra maravillosa Pilar Coffeen me cautivaron cuando por primera vez las leí. Me sentí tan honrada y vista. Espero seguir conservando esa vulnerabilidad que se translució en mi primer historia. En retrospectiva, mi carrera sí ha sido como un temblor, uno que sobretodo me ha atravesado a mí. Pero he podido modularlo. Porque ah, cómo me he dejado la vida en custodiar la cadencia, el ritmo. En cuidar mi centro. Porque no soy tan fuerte.

Portada del primer libro de comentarios. Mi papá me obsequió este cuaderno ex profeso para la exposición.

Todo empezó en noviembre de 2001, con la exposición “Siax Lanke Dy” la historia en imágenes de un eremita encerrado en su casona, acompañado de un pequeño dragón que se alimentaba de sus lágrimas. Siax vivía aterrado de los constantes timbridos de su teléfono negro. Esta muestra tuvo lugar en Caf-Eco, un café-galería que estaba en la esquina de Vidrio y Mexicaltzingo. 

Muchos y muchas de ustedes me han acompañado desde el primer día. Otros y otras se me han unido después, presencialmente o a distancia. Porque una carrera prolongada en el arte en este mundo es un prodigio, un prodigio de la constancia y la terquedad, del amor. Del encono muchas veces, de demostrar, de resistir. Es sentirse en ratos fuerte como una montaña, luego frágil como las alas de una mariposa, a punto de ser destruidas por un vendaval, o un chaparrón de verano. En una época me devoraban las ansias de ser reconocida, he sentido envidia y resentimiento. Ahora me solazo en la serenidad de las meras líneas, en preparar comida rica. Y últimamente, también en subir cerros. Envejecer ha sido de lo mejor que me ha pasado.

Anotación en la última página del primer cuaderno. Cuando he terminado un libro de comentarios lo cierro con un comentario para mí misma.

A Siax le siguieron Klodia, Errut, Los Perseguidores, Lavinia, Selma, Saskia, Mab y Cordelia, Los Gourmets, Nadir y su familia, todo en diferentes sedes en diversas partes de México y el mundo, ahora estoy con Lord Diadema y Serafina. Todos habitantes de El Lado Equivocado de la Ciudad, nombre que concedí a este universo luego de ser completamente hechizada por el primer verso de ese himno al alivo de la pertenencia que es “Home” de Depeche Mode. Fue durante mi primer viaje a Japón, antes de que empezara todo esto  (junio de 2001) cuando dentro de un caluroso autobús de Ōsaka a Kyōtō no podía parar de escuchar en loop esta canción en mi discman, “This is a song, from the Wrong Side of Town, where I am bound to the ground, by the loneliest sound…” 

Saskia con su dragón embotellado en la portada del segundo libro de comentarios.

“Me gustó el concepto de la exposición. Sería interesante ver más trabajos en color también.

G.”

Mensaje también de la primera página del libro de comentarios.

Muchas personas me han insistido en que agarre el color, que mi obra les deprime o algo así. Bueno pues, nunca les he hecho caso. La monocromía es mi amor primigenio, no sé de dónde viene, sólo obedezco a lo que es natural para mí. El color ha entrado en mi obra en varias ocasiones pero ha sido cuando se me ha antojado, sin esfuerzo ni resistencia. Lo mismo me ha pasado con toda clase de trabajos en los que he tenido que dibujar bajo la línea o expectativas de alguien más: siento que, salvo un par de excepciones mi calidad se desploma cuando hago encargos o cuando he hecho ilustración. Soy dibujante, no ilustradora. He sido una cosa mimada y salvaje la mayor parte de estos años. A veces siento que soy una especie de anomalía que sigue saliéndose con la suya, como una prófuga ocultándose a plena luz, ¿hasta cuándo? Encima, me doy el lujo de darme mi tiempo. Tener crisis en las que quiero dejarlo todo pero recordando que dibujar me ha salvado siempre. ¿Quién carajos me creo que soy? 

Nota al final del segundo cuaderno de comentarios.

Por esto es que creo que sí, que todos ustedes que me han apoyado con su presencia, protegiéndome, amparándome, comprando obra, viéndome, apoyan el vuelo de algo que ya no existe. Gracias desde el fondo de mi corazón a todos los y las periodistas culturales que tan generosamente han amplificado mi voz, que me han entrevistado con exquisitez, que me han fotografiado, grabado. Atizan un fuego bajo la llovizna.

Una polilla pequeñita se quemó sus alas en una hornilla de mi estufa hace un par de semanas, pasó en un santiamén. Me hizo recordar lo afortunado que ha sido mi camino. Puede que parezca muy fuerte pero no, sólo soy ese insecto que se aleja de las llamas, que las ve de lejos, las evita porque sabe que no podrá con ellas. Por esto mismo es que tanto agradezco a mis coleccionistas y les devuelvo una pieza clave que es este desamparo (real o no, pero que percibo en mis huesos) que se refleja, creo, en los ojos de mis personajes. En las historias.

Lord Diadema en la portada del tercer cuaderno de comentarios. En este cuaderno voy.

El Lado Equivocado de la Ciudad y todos sus habitantes tienen raíces muy hondas dentro de ustedes. Estos ventiún años los voy a celebrar con una serie de tres días pequeños pero poderosos, porque como me dijo Pilar Coffeen hace tanto tiempo, creo que esto es lo que ha sido un poco mi carrera: un temblor en terreno estable que nadie vio venir, ese ondular de las aguas calmas que nadie sospechó le pudiera sacudir.


Ventiuno es un evento privado en el que te invito a mi espacio más íntimo: mi casa/taller donde habito y trabajo. Podrás conocer mi habitación propia, la mesa donde han sido ejecutados mis trabajos los últimos más de diez años, el jardín que suelo contemplar y cuidar, la atmósfera en la que creo. Difiere mucho de los grandes estudios donde trabajan otros artistas. Es un lugar pequeño y discreto donde suceden muchas cosas. Nadie sospecharía todo lo que aquí ha nacido y muerto.

Al final Siax sí contestó el teléfono. Dibujé a Siax al reverso de la portada del primer cuaderno junto con esta pregunta. Un asistente a una expo escribió la respuesta.

Mostraré en formato Cata de Obra (las obras estarán desnudas, sin marco ni vidrio) una selección de dibujos completamente inéditos que he estado trabajando durante los últimos dos años, pertenecientes a la serie de Serafina. Y también por primera vez en tres años estarán a la venta. Estaré ahí para compartir, explicar, contestar preguntas. Tener un intercambio delicioso en torno a la experiencia estética y narrativa.

El evento tendrá lugar a lo largo de tres días: 17, 18 y 19 de septiembre. Desde las 10:00 hasta las 20:00 horas. Tú agendas el día y la hora para que puedas acudir en el momento que mejor te convenga. Y yo estaré aquí para recibirte y a tu familia o amigos. 

Te invito como he hecho desde hace dos décadas, a este mundo oscuro de luces difusas, de tristezas hondas que arropan inmensas ternuras. Donde estar para acompañar los finales es un acto de inmenso amor, el Lado Equivocado de la Ciudad. 

“¿Qué pasaría si…?

Contigo siempre pasan cosas extraordinarias…

Gracias por tanto trabajo, por tanto amor. 

Estoy donde quiero estar. En tu corazón.

— Jos Velasco.”

Mensaje de mi esposo en mi tercer libro de comentarios. Noviembre de 2021. 
En mi casa/taller/cocina