[lang_es]Porque a veces de las comunes plumas bic salen cosas padres.[/lang_es][lang_en]Sometimes cool stuff sprouts out of your average ball point pen.[/lang_en]
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En esta sección subo periódicamente la rayoneadera que precede a todo cuadro junto con una explicación de lo que según yo estoy haciendo. Espero poder acercar el proceso creativo y de gestación de las obras. No todas llegan a buen término, muchas nacen, pero otras son abortadas. De cualquier manera, estas rayas sin depurar tienen una expresividad de que pueden carecer los trabajos ya terminados y bien pulidos. También encontrarán aquí las actualizaciones de mis otros dos blogs, en esta sección se tienden puentes hacia mis otros mundos en la web. ¡Disfruten y dejen sus comentarios!
«En otra dimensión, en un reino muy lejano existe una leyenda que habla de tres niñas, que llegarán y lograrán salvar a este mundo. Ellas despertarán a los genios, y con ayuda de sus poderes mágicos, lograrán vencer al enemigo.»
– Intro de Las Guerreras Mágicas
Pues sí, andábamos en los animes trágicos de la infancia la semana pasada, ya volveremos a ellos en poco tiempo (como si no sobraran las series que nos hicieron moquear invocando nuestros más profundos temores infantiles). Hoy me acordé de uno que me llevó a pensar que si por alguna razón yo diera con una puerta a otro mundo, muy a la Crónicas de Narnia, definitivamente no volvería a la querida y buena Tierra.
Lo pasaron por Caritele -¿Se acuerdan del dinosaurio tambachón y bobalicón ése? ¿El Carisaurio?- y llevaba el feo título: «Guerreras Mágicas», el intro mostraba a tres mocosas de secundaria en un risco, viéndose absolutamente bellas, con sus enormes ojos acuosos y sus cabellos volando a sus espaldas, mientras una voz en off nos informaba que ellas eran las elegidas para salvar un mundo llamado Céfiro. El resto de la secuencia de apertura mostraba a las chicas portando sendas espadas y lanzando terribles hechizos enfundadas en sus uniformes escolares sobre los cuales lucían piezas random de armadura.
La serie me gustó tanto que constituyó mi entrada a informarme sobre las autoras de la historia: el cuarteto de mangakas conocidas como CLAMP, y cuando viajé a Japón me subí a la Torre de Tokio con el ñoñazo wishful thinking de que tal vez sería convocada a otro mundo, tal como les pasó a las chavas de la historia. Pero pues no, nadie me invocó y lo que me traje de la bendita torre de cristales empañados fue un llavero que aún cuelga de mi mochila.
La historia de estas guerreras-en-contra-de-su-voluntad comienza una mañana en la que visitan la Torre en un viaje de campo de sus respectivas escuelas, las protagonistas no se conocen hasta ese día, no tienen idea de lo que se les viene encima, y menos de lo marcadas que las dejará la experiencia que vivirán. Lucy, Marina y Anaís (Hikaru, Umi y Fuu en el manga) escuchan, en medio de un fogonazo de luz cegadora, una voz de mujer que pide ayuda y las llama a salvar a Céfiro, acto seguido el suelo desaparece bajo sus elegidos pies y se desploman en caída libre hasta que las recoge en pleno vuelo un pez volador gigante.
Las chicas no tienen ni la más remota idea de dónde están y mientras intentan descubrir lo que ocurrió se presentan entre ellas, aquí sucede que Anaís y Marina no le creen a Lucy que tenga la misma edad que ellas -14 años- y le dicen desvergonzadamente que parece niña de sexto de primaria. A lo largo de la serie comprobaremos que si bien Lucy no es por mucho la más brillante de las tres, -ese título se lo lleva Anaís, quien tiene en su cerebro su mejor arma- sí es la más valerosa y también la más ingenua. En eso se les aparece Guru Cleff, un sujeto chaparro de casi 800 años quien les explica que Céfiro es un mundo cuyo equilibrio descansa sobre la voluntad de una sola persona que consagra toda su existencia a orar por la paz de este mundo. El Pilar, quien es nada menos y nada más que la chica que las invocó en la torre, se encuentra actualmente prisionera por el malvado sacerdote Zagato. Como resultado de semejante desequilibrio, Céfiro está poblándose de monstruos y seres malvados producto de las mentes aterrorizadas de sus habitantes. El Pilar, conocido como La Princesa Esmeralda, las eligió para llevar a cabo la excelsa misión de liberarla.
Toda la perorata de Guru Cleff tiene a Marina sin cuidado, ella sólo quiere regresar a Tokio, le importan un carajo las cuitas de un mundo ajeno y sinceramente le angustia estar en un lugar donde no hay Häagen-Dazs, además tiene un torneo de esgrima en puerta, Anaís se preocupa por las tareas que debe entregar pronto y porque quedará mal con su equipo de trabajo. La única que se apunta irreflexivamente en la misión es Lucy, quien le dice a Guru Cleff que salvará a Céfiro y restaurará la paz. ¿Cómo es que las otras dos también le entran a semejante encargo? Pues no les queda de otra cuando Cleff les informa que no podrán volver a su mundo hasta que hallan salvado a ese mundo. Así es como las tres pubertas despiertan sus poderes mágicos y reciben armaduras gracias a las artes de este hombrecillo, quien resulta ser un poderoso hechicero.
Aquí voy a empezar a decir una tremenda cantidad de spoilers, así que si no quieren que les eche a perder la serie no sigan leyendo.
Lucy, Marina y Anaís viven su aventura de menos a más, lo que quiero decir es que todo empieza como una luminosa-tenebrosa aventura tipo juego de rol en la que deben buscar el mineral para construir sus armas, cuentan con una bola saltarina de orejas largas llamada Mokona como guía, deben despertar cada una su respectivo genio (seres de inmenso poder y tamaño fabuloso que yacen dormidos en ocultos santuarios) y poco a poco va develándose el verdadero sentido del cautiverio de Esmeralda: ella sufre de un amor prohibido por su guardián, el sumo sacerdote Zagato, quien también la ama y no está dispuesto a dejar que ella sacrifique su vida por un mundo que bien podría valerse por sí mismo. El trágico propósito de las Guerreras Mágicas en la historia de Céfiro es nada menos y nada más que el de la destrucción del pilar que por cualquiera que sea la razón, ha sufrido una irregularidad que le impide cumplir su función. Esto lo descubren nuestras heroínas cuando al final, curtidas por las batallas y convertidas en amigas destruyen a Zagato sólo para descubrir que su verdadero enemigo es una mujer furiosa por el asesinato de su amante.
Al principio de la terrible batalla final, ninguna de ellas desea herir a la Princesa, pero se muestra como una rival tan terrible que no les queda más remedio que concederle el único deseo egoísta de su vida: reunirla con su amado.
Las chicas han de regresar a Tokio con sus corazones llenos de remordimientos. De esta traumática experiencia nace del corazón atormentado de Lucy una sombra que volverá a torturarla en la segunda temporada de la serie, en la que las tres muchachas regresarán a un Céfiro casi destruido por la ausencia de un Pilar y además amenazado por la invasión de tres planetas vecinos. En la segunda vuelta las tres amigas han de revisar sus verdaderos motivos para pelear, y sanar con ello sus heridas. Las tres tienen sus roces con el amor, el autosacrificio y el cumplimiento de promesas formuladas en el núcleo de su forzada hermandad.
Cuando miré la serie hace muchos años admiré todos los aspectos visuales, Lucy, Marina y Anaís están diseñadas de acuerdo al rol que tomarán de acuerdo a sus poderes y el elemento que representan. El poder de Lucy es el fuego, su cabello pareciera estar en llamas, su uniforme es rojo y su armadura también, su temperamento es explosivo y cálido a la vez, sus poderes mágicos son de ataque. Anaís maneja el viento, su cabello corto luce ondas como remolinos de aire, su uniforme es verde, sugiriendo la frescura de la brisa, su armadura luce el mismo tono, sus poderes mágicos son un balance de defensa y ataque. Además es la más racional de las tres, es una intelectual cuyos procesos mentales recuerdan la sutileza y la velocidad del viento. Y tenemos a Marina, su elemento es el agua, sus ojos son zarcos, su cabello azul es largo, fluye como el agua con sus movimientos, su uniforme y armadura lucen del color del océano. Sus poderes son sobre todo de ataque. El carácter de Marina es acomodaticio cuando no le queda más remedio, en eso se parece al agua, que toma la forma del envase que la contiene. De las tres guerreras, es la que más evoluciona, pasa de ser la hija única mimada de una familia rica a aprender a mirar a los demás y descubre dentro de ella una inagotable fuente de compasión.
La historia tiene un final muy distinto en el manga del que tiene en el anime. Además hay un OVA (Original Video Animation) que dura 90 minutos y cuenta una historia completamente diferente con los mismos personajes, véanla si pueden, luego de que le echen un ojo a la serie, que tiene sólo 49 episodios.
Esta fue la serie que le habló a mi faceta escapista de la realidad en mi adolescencia, ahora no sé qué haría si me invocaran a otro mundo.
Tendré que volver a la Torre de Tokio.
Hendrickje Stoffels, otra inmortal
«Variability is one of the virtues of a woman. It avoids the crude requirement of polygamy. So long as you have one good wife you are sure to have a spiritual harem.»
-G.K. Chesterton
Me pregunto si cuando Hendrickje Stoffels llegó a trabajar de sirvienta a la casa de Rembrandt Van Rijn se imaginó que se convertiría en la amante del pintor viudo que le llevaba más de 20 años.
No sé cómo empezó la relación entre estos dos, pero estoy bien segura que la chica de veinte años no pudo dejar de conmoverse con la obra del maestro y cuando despertó del ensueño ya estaba enamorada del hombre que la inmortalizaría en varias de sus obras, en algunas la retrató como ella misma, en otras la usó como modelo.
Esta es otra de mis pinturas favoritas de todos los tiempos, en ella puedo presentir el deseo que le despertaba la mujer que llegó un buen día a trabajar en su casa sin saber que también aliviaría su soledad y le proveería un remanso espiritual. Miramos a Hendrickje desde el punto de vista de Rembrandt, con los ojos del hombre que ya la había poseído, la observa en medio de esta atmósfera de calmo erotismo, la chica se levanta los faldones de la camisa con una dulce sonrisa en los labios, el claroscuro no nos decepciona, sigue como un velo guardando el misterio.
No nos atrevemos a asegurarlo, pero tenemos una fuerte corazonada aquí en la redacción de que Hendrickje también posó para esta obra:
Rembrandt nunca se casó con Hendrickje, hacerlo lo hubiera privado de la herencia de su fallecida esposa Saskia van Uylenburg, con la que a duras penas aliviaba sus considerables deudas. Cuando en 1654, la criada convertida en amante resultó embarazada, tuvo que comparecer ante el consejo de la Iglesia por «vivir en el pecado» con el pintor. Las palabras con las que Hendrickje respondió a los cargos nos han hecho admirarla y también nos hacen ver que en ella había más facetas que la de la sensual y trémula modelo del artista: «Admito que he cometido los actos de una prostituta con Rembrandt, el pintor».
Hendrickje tuvo a su hija Cornelia en Octubre de 1654, y cuando el Gremio de pintores de San Lucas le prohibió al maestro vender sus pinturas, ella y Titus (hijo de Rembrandt con su fallecida esposa) se asociaron y comenzaron a reunir las pinturas del maestro.
Hendrickje murió en 1663 cuando la plaga azotó Amsterdam. Rembrandt la siguió seis años después.
Bill died…
….so he did. He was a little lizard that lived in my flat. One Sunday morning i noticed it making a mad dash from my bathroom to my kitchen, its long tail swinging around. I was amazed and delighted because i had not seen one in a long time. I managed to tenderly grab it and watched carefully at his marvelous details. Then i released him, thinking i would hardly see it again.
I saw him once more in the living room and the next time i saw him he was dead. His tiny corpse all dried and shriveled. His eyes sunken and his skin stuck to his fragile, hair thin ribs. I buried him under one of my plants. I still wonder why he died.
This is the second Bill i bury, the first one being my beloved schnauzer.
Hugs to all,
d.
[lang_es]Este marrano tiene mucha flojera de llegar a su destino. Por fortuna su amigo pájaro tiene la fuerza y las ganas para llevarlo a donde sea que lo estén esperando. Es un boceto que he dejado momentáneamente a medias en placa de zinc. [/lang_es][lang_en]This hog is too lazy to get to his destination. Fortunately his brid friend has the strenght and the drive to take him whenever he is expected. This is a draft i have left temporarily unfinished on a zinc plate. [/lang_en]
“I´d kiss a frog even if there was no promise of a Prince Charming popping out. I love frogs.»
– Cameron Díaz
Seguimos con nuestra racha melancólica en el Callejón, esta vez el post está dedicado a otra magna obra trágica de los Estudios Tatsunoko -esta gente se propuso dejar a toda una generación traumada…Omedetou! lo lograron. La serie que recordé en esta ocasión es nada menos y nada más que La Ranita Demetán, serie producida en los setentas que llegó a nuestro país más de diez años después.
Demetán es un chico rana que habita el cristalino estanque Arcoriris. A diferencia de José Miel, él si tiene la fortuna de tener a sus papás, con quienes vive en un árbol. La tragedia de su vida consiste en que es paupérrimo y a sus padres no les alcanza para mandarlo a la escuela. El resultado es que Demetán es una especie de Nini, anda de vago por ahí tristeando y tocando su flautita. Se hace amigo de una ranita llamada Adelina quien es la hija del Gran Giotto, el ricachón del estanque. Ambos se la viven disfrutando de una amistad que luego se convierte en amor para el gran horror del padre de la chica, quien no puede imaginar a su querida niña emparejada con un pelagatos sin futuro.
El resultado es que el abusivo suegro de Demetány sus secuaces le hacen la vida de cuadritos, y a la lista de infortunios en la desigual vida del estanque (el fuerte se aprovecha del débil, hay injusticia y maltrato, las ilusiones no permanecen) se suma la crueldad de los animales que llegan a alimentarse de los batracios que lo habitan: los halcones y el pez gato son algunos de ellos. Recuerdo un capítulo en el que una tortuga moribunda le entrega sus huevos a Demetán para que los cuide, él acepta pero los huevitos son devorados por un animal, Demetán se apresura a rescatarlos pero el único que logra recuperar era una pelota de golf.
¿Cómo no llorar con esto?
A Demetán su pobreza nunca pareció haberle importado hasta que constituyó un obstáculo para su amor. Sufre al no sentirse digno de Adelina. Entonces un día se harta de autocompadecerse y sentir lástima de sí mismo, se arma de valor y defiende a los habitantes de su estanque de múltiples peligros, muchas veces salvando la vida ahora sí que por un pelo de rana calva. El resto de los habitantes del estanque se le unen, conmovidos por su esfuerzo.
Al final, al Gran Giotto se le ablanda un poco su corazón y acepta como yerno al pequeño batracio. El karma le paga a Demetán con una novia preciosa y quién sabe, tal vez haga del estanque Arcoiris un mejor lugar para vivir.
Les dejo el intro en español latino, feliz viaje por los recuerdos.
“His labor is a chant, His idleness a tune; Oh, for a bee’s experience Of clovers and of noon!”
– Del poema «La Abeja» de Emily Dickinson
En el Callejón andamos como muy melancólicas y recordando series de televisión de la infancia. En particular aquellas que nos estrujaron de angustia nuestros tiernitos corazoncitos nueveañeros. Este sábado barría mi casa y me encontré el cadáver reseco de una lagartija a quien incluso bautizé como Bill. Los ojos se me pusieron todos aguados, ya saben, tipo Remi (en otro post hablaremos de ese pobre niño) y me acordé, quién sabe porqué, del desventurado de José Miel.
José Miel fué una serie de anime producida por los Estudios Tatsunoko (gran y excelsa fábrica de tragedias animadas) en los años setenta, llegó a México en los ochenta, se nos metió hasta el tuétano a quienes tuvimos la desgraciada fortuna de verla. Años más tarde, en mi adolescencia otaku, me sorprendí muchísimo cuando supe que el diseñador de los personajes de la serie fué mi ilustrador vivo favorito: Yoshitaka Amano.
La ruta del chico Miel hacia las profundidades de la desesperación comienzan cuando unas malditas avispas destrozan su panal y él se cría con unas abejas silvestres. José crece separado de su madre, -quien era la reina de la colmena- hasta que un malhadado día descubre que es un príncipe y que desea ir a buscar a su madre (hubiera sido más feliz como pelagatos pero bueno, la casta lo llamó por su nombre).
Aquí da su inicio el rosario de desventuras del pobre insecto, quien deberá soportar palizas, frustraciones, ser testigo de las muertes dolorosas de sus amigos, (recuerdo que cuando niña deseaba nunca ser amiga de alguien como José Miel, su amistad era como el beso de la muerte) quienes a cada capítulo entregan su vida para que él continúe con su búsqueda. Y cuando planean el rescate de su madre, José forma un verdadero ejército con sus amigos, los cuales están dispuestos (como siempre) a morir con tal de verlo reunido por fin con ella. Entre los capítulos más espeluznantes de la serie recuerdo un0 en el que salía una terrorífica lámpara mata-insectos, y -oh, mi dios- aquel en el que José se hace amigo de una cigarra que está ya en las últimas y no puede defenderla cuando llegan otros insectos a devorarla. José recibe una paliza y está en el suelo bañado en lágrimas mientras descuartizan viva a su amiga.
Lo peor de todo es que cuando por fin se reúne con su madre, tras una batalla épica con las avispas, ella muere luego de revelarle que tiene una hermanita y que debe llevarla al Valle de las Flores donde establecerán una nueva colmena. Y así continúa la segunda parte de la serie, igual de lacrimosa y desesperante aunque ahora José no viaja solo, sino en compañía de su hermana y de un individuo llamado Catarino quien busca a su papá (¿Todos eran huérfanos o qué?)
Al final de tanta desventura salpicada con algunos buenos momentos, José Miel & Co. llegan al mentado Valle de las Flores donde el karma por fin les paga con felicidad por el resto de sus cortísimas existencias (los insectos viven muy poco).
Aquí les dejo el intro de la serie, salpicado de algunos buenos momentos. Enjoy!
El hombre detrás de la máscara
«A desperate disease requires a dangerous remedy»
– Guy Fawkes
Hoy es 5 de noviembre. Los que vimos la película y además leímos la novela gráfica «V for Vendetta» sabemos que hoy es el mero día de Guy Fawkes. El día en el que el héroe loco revolucionario conocido como «V», inflamado por su ideal de sacudir a Inglaterra del marasmo de su conformismo y sometimiento voló el Parlamento Inglés en pedacitos. En el filme y en el cómic, por lo menos.
¿Pero quién diablos fué el personaje que inspiró esta magnífica trama de Alan Moore? En la redacción del callejón estamos harto informados:
Guy Fawkes fue el más famoso de los conspiradores que formó parte en la «Conspiración de la Pólvora» en 1605, un intento fallido de volar el Parlamento y al rey Jaime I. Fawkes y sus compañeros eran Católicos Romanos que decidieron tomar medidas drásticas para reemplazar al rey protestante.
La conspiración fue urdida en la primavera de 1604 por Robert Catesby, y eventualmente evolucionó hasta ser un plan de destruir el Parlamento el 5 de noviembre de 1605, la fecha de un evento en el que estarían juntos todos los miembros de las cámaras y el rey. Fawkes tomó parte junto con otra docena de confabuladores, con él siendo el encargado de los explosivos (Durante los años de la década de 1590 sirvió en el ejército español en Holanda, y se cree que tenía experiencia en municiones) Fawkes y sus correligionarios acumularon 36 barriles -casi dos toneladas- de pólvora, en un cobertizo rentado bajo la Cámara de los Lores. Una búsqueda gubernamental en dicho lugar en la noche del 4 de noviembre descubrió los explosivos y al mismo Fawkes, quien fué arrestado y torturado. En pocos días el resto de los conspiradores fueron asesinados o capturados. El 31 de enero fué ejecutado después de haber sido juzgado y condenado por alta traición.
Como el complot fue frustrado, se designó día feriado al 5 de noviembre, pero con el tiempo la fecha se convirtió en una celebración del revolucionario y subversivo intento de Fawkes. Las tradiciones inglesas de la Noche de Guy Fawkes incluyen hogueras, fuegos artificiales y la quema de efigies conocidas como «guys».
Les dejo uno de los versos tradicionales más representativos de esta fecha, seguro conocerán la primera línea:
Remember, remember the Fifth of November,
The Gunpowder Treason and Plot,
I know of no reason
Why the Gunpowder Treason
Should ever be forgot.
Guy Fawkes, Guy Fawkes, t’was his intent
To blow up the King and Parli’ment.
Three-score barrels of powder below
To prove old England’s overthrow;
By God’s providence he was catch’d (or by God’s mercy*)
With a dark lantern and burning match.
Holla boys, Holla boys, let the bells ring.
Holloa boys, holloa boys, God save the King!
And what should we do with him? Burn him!
¡Feliz noche de Guy Fawkes!
Aquí tienes una selección de las mejores frases de la película «V for Vendetta»
La Décima Musa
«The Moon has set. And the Pleiades. Midnight. I lie in bed alone.»
– Safo
Hoy en el callejón les comparto una pintura que recién conocí hace un par de días. Representa a la poetisa griega Safo de una manera tan idealizada e imponente que me hizo pensar que ojalá me pareciera un poquito a ella.
La imagen que conseguí es pequeña, la que yo ví en mi libro nuevo es un poco más grande. Pero las grandes obras tienen su manera de atraparnos aunque sea desde una foto o un sitio web. A lo largo de mis años he visto otras hermosas representaciones de esta moradora de la isla de Lesbos. Como esta, en la que se representa el momento en el que, según la leyenda, Safo se suicidó lanzándose desde la roca de Leúcade a causa de un amor no correspondido.
La atmósfera de ambas obras es sombría, todo lo contrario de la obra de la poetisa quien le escribió al amor y a la pasión, y que está considerada entre los Nueve Poetas Líricos griegos. La mayor parte de su obra, que era bien conocida y admirada en la antigüedad se ha perdido, pero su inmensa reputación ha sobrevivido en los fragmentos que quedaron. Incluso, en un epigrama atribuido a Platón, se la llama la Décima Musa:
Algunos dicen que las Musas son nueve, ¡Qué negligentes!
Miren, está Safo de Lesbos también, la décima
No andaba errado.
Una caperucita en Nueva York
«Most people want security in this world, not liberty»
-H.L. Mencken
Tengo poco de haber terminado de leer un cuento maravilloso, se llama: «Caperucita en Manhattan», la autora es la española Carmen Martín Gaite.
Es un libro de esos que están escritos para niños, aunque sus letras nos hablen poderosamente a los adultos. O a los niños que viven dentro de nosotros. La historia habla de una pequeña de 10 años llamada Sara Allen quien vive en Brooklyn y siente una extraña una fascinación por la isla de Manhattan.
Sara ama los libros, es una niña que posee la doble bendición-maldición de una viva inteligencia y una penetrante sensibilidad. Adora y se siente identificada con su abuela, una ex-cantante de Music Hall que vive con su gato en la añorada isla. Rebecca Little, que es como se llama la señora, es una mujer que siempre ha vivido a su aire, ha hecho en su vida lo que le ha venido en gana e incluso ha cometido la desfachatez de haber tenido varios maridos. Forma un vivo contraste con su hija Vivian, la madre de Sara. Vivian vive eternamente preocupada, aprisionada por sus miedos e inseguridades, perennemente extrañada -y medio aterrorizada- de su singular hija. En su gris existencia uno de sus únicos placeres consiste en preparar una exquisita tarta de fresas que cada semana le lleva a su madre en un canasto, es entonces cuando Sara se interna junto con su madre en las profundidades del metro rumbo a casa de Gloria Starr, que era el nombre artístico de su abuela.
El espíritu indomable de Sara se va desvelando poco a poco en las páginas de este relato. Cuando sus padres deben viajar a un funeral y la encargan a los vecinos, ella decide ir a Manhattan sola, y es ahí donde al borde mismo de la pubertad comienza a vivir su propia vida, conociendo el poder de sus decisiones, y donde conoce a una mágica, sabia, e insondable anciana indigente conocida como Miss Lunatic quien guarda un inquietante parecido con cierta estatua coronada que vigila la ciudad de Nueva York.
Ya no les contaré más o todo este post será un deplorable spoiler de la mejor historia que he leído en el año, Caperucita en Manhattan es un canto a la libertad y a no dejarnos ahogar por el miedo de abrazar la vida como la queremos.
Fuera tan difícil.
Feminista y femenina
«You say i am a bitch like it´s a bad thing»
«Hay dos tipos de mujeres: diosas y alfombras»
– Pablo Picasso
¿Quién dijo que las feministas eran todas unas marimachos, rudas, angulosas, eternamente enojadas, llenas de resentimiento contra el género masculino? Sí, algunas de ellas -de hecho un buen- lo son, pero otras hemos entendido el feminismo como una forma de autorespeto por nosotras y por nuestra lucha como todo ser humano de conquistar soberanía sobre nuestras propias vidas. Todo ello sin perder la clase y el estilo.
Al respecto del tema, tengo un maravilloso calendario que me regaló mi hermano, se llama «The B Word» y a lo largo de este 2011 me ha hecho reír y también reflexionar. Lo publica la editorial Sellers. Pueden ordenar el del año que entra por internet. Se los recomiendo ampliamente. Aquí les comparto algunas viñetas:
Estas damas pueden parecen imposiblemente mamonas, por no decir perras del mal, pero creo que a muchas mujeres les hace falta sacar esa faceta afilada de su personalidad y luchar por su propia valía. Me parece que el mensaje de este calendario va mucho más allá que provocar la ocasional carcajada.
Una mujer asertiva y que sabe lo que quiere aún es, desgraciadamente, en muchos niveles, considerada una bitch.
Me llevo bastante bien con mi propio género, tengo la fortuna de conocer muchos mujerones, algunas actúan como alfombras aunque es evidente su potencial de diosas.
Yo digo que los tapetes están pasados de moda.
«The power of love is a curious thing: makes one man weep, and another man sing»
– «The Power of Love» canción de Huey Lewis and the News
Una nunca sabe cuándo puedes estar expuesto a su fuerza. Lo cierto es que está por todas partes. La gente sigue creyendo en él, lo comprobé hace unas semanas.
Me invitaron a ser parte de una conspiración: un hombre quería proponerle matrimonio a su novia, es una historia que ha venido repitiéndose hasta la saciedad en la historia de la humanidad. Debiera dar hueva -de hecho sí me dió- pero el asunto tenía medio muertos de nervios a los involucrados. Oculté mi pereza lo mejor que pude, tratando de interesarme en los tejemanejes que el novio había tramado con ayuda de sus aliados en lo que sería su día D.
El evento tuvo lugar en un centro comercial. Un sitio cuyo redondo vestíbulo alberga a uno de esos cafés omnipresentes de la sirenita. La novia acudió llena de preocupación por la amiga que se inventó una tremenda desgracia que debía compartir para aliviar su atribulado corazón. El resto de los conspiradores estábamos ocultos tras los elevadores. Otra de las amigas del novio, una chica con espíritu de coordinadora de eventos, se las arregló para programar en el sonido de la plaza una de las canciones preferidas de la novia. A mí me tocó sostener una hoja de papel con un fragmento de esta frase:
«I have loved you from the first time i saw you, and i want to make you happy always.»
O algo así. Cursilísimo.
En lo que varios extraños hechizados por la fuerza del plan maestro -y las artes de convencimiento de la amiga del novio- se acercaron a la novia para entregarle flores, nosotros nos formamos en fila india con nuestros papeles, listos a la señal para entrar, que sería cuando comenzara la canción. Una pieza de Regina Spektor.
Y lo hicimos. Ahí empezó lo bueno. La cosa ya tenía un tinte extraño porque estos dos enamorados ya sabían que se casarían, tienen hasta reservado el salón de su recepción y muchos detalles de su boda arreglados, incluso la fecha. El chavo sabía que la chica le diría que sí. Desde un rincón de mi mente, una vocecilla me decía que si no existía la posibilidad que al novio lo mandaran al cuerno entonces la cosa perdía gran parte de su chiste.
Pues no fue así.
Desfilamos ante la atónita novia que nos miraba entre sorprendida e incrédula. En la mesa aprecié el manojo de flores moradas salpicadas de blanco junto al vasito de café. El resto de la gente del local comenzó a volver las miradas hacia nosotros: los conspiradores. El novio entró en escena, portando una elegante bolsita negra de papel con asa. El momento arquetípico sucedió entonces: un hombre arrodillado ante una mujer, pidiéndole que pase el resto de su vida con él.
La gente que estaba en la plaza se arremolinó al borde de los barandales mirando hacia abajo, hacia el momento que se desplegaba frente a ellos: la novia temblando de emoción y con las mejillas húmedas, el novio con lágrimas contenidas en los ojos. Las personas que caminaban alrededor del borde del café se quedaron inmóviles, atestiguando el momento, fue como si el tiempo se hubiera parado en el instante que ella se tomó para aceptar el anillo que él le ofrecía. Cuando movió la cabeza asitiendo, la plaza entera estalló en aplausos.
Y yo, la que llegó arrastrando los pies llena de flojera, tuve la breve impresión de estar mirando su beso por debajo del agua.
Diablos, yo tampoco he dejado de creer en él.
Mis borrachos
«Yo poleo con la gente que es mala,no con la gente que es buena»
– Dios Eolo
En el anterior post subí una selección de algunas de mis obras favoritas de la pintura (y unas pocas de la fotografía) en las que fueron inmortalizadas varias personas en ese momento en el que estan entrados en el ritual del café y de las bebidas espirituosas. Todo ello me puso a pensar que yo misma dibujé una escena con ese mismo tema el año pasado:
En la redacción del Callejón somos tan bien portadas que tuvimos que buscar inspiración externa para rayonear este cuadrejo. Asistimos a borracheras veloces y enloquecidas, viajamos a las profundidades de los bares de la ciudad, hicimos torpedos (tours pedos), asistimos a amigos y amigas arrodillad@s frente a excusados, y claro,vimos videos de gente lamentablemente atrapada en las movedizas garras del alcoholismo. Como este:
Si toman no posteen.
Bill, la lagartija|Bill, the lizard
[lang_es]Esta es la lagartija Bill. Parece que vivió en mi casa por unos días y luego se fué. Aquí la capturé sobre una de las ruedas de Babel.[/lang_es][lang_en]This is Bill, the lizard. It seems it lived in my house for a few days and then left. Here i captured it on one of Babel´s wheels.[/lang_en]
[lang_es]Es raro pero ocurre. En este caso, los rayones previos a la ejecución en la placa de zinc son mucho mejores. Los bocetos tienen el encanto de desvelar parcialmente un misterio.[/lang_es][lang_en]It´s strange but it happens. In this case, the sketching prior to executing on a zinc plate are much better. Drafts have the charm of a partially unveiled mystery.[/lang_en]
Vámonos a tomar algo
«Drinking liquor, I change to quiet another person. And then, this other person also wants a little bit of liquor.»
-Herschel von Ostropol, circa 1750
La bendita frase nos ha llevado a buscar imágenes de ese momento en el que uno, -solo o acompañado- se lleva a los labios alguna bebida que nos altera la percepción de la realidad. El ritual del alcohol y la cafeína mantiene vivas y bien aceitadas -aunque a veces quizás no tan sanas- muchas relaciones. Este momento en el que comienza el viaje hacia las confidencias y la relajación ha sido capturado por muchos artistas. Aquí en el callejón hemos hecho acopio de algunas para su beneplácito. Corran por su café o su bebida espirituosa y disfruten.
¿Habrán plantado a la chica del abrigo verde? Su rostro luce ensombrecido por algo más serio que el ala de su sombrero amarillo. Quizá lee su suerte en los pozos del café.
Es como si a esta musa de Soyer se le hubieran acabado los cigarrillos. Por su expresión inferimos que bebió algo más fuerte que un café.
¡Bocetando con tinta y plumilla! Sin perder la elegancia claro está. Tras su copa de vino busca historias.
Mademoiselle Segatori prefirió cerveza.
Con el ajenjo mucha gente olvidó el frío por un ratito.
Esta chica está y no está. El ajenjo la volvió hacia adentro.
Me extraña que este par sólo haya pedido café.
Este señor va por buen camino. Tranquilamente.
¿Quién no puede dejar de identificarse con esta bella escena de Munch? ¿El grito fué antes o después?
¡Salud!
Corre Mab, corre|Run Mab, run
[lang_es]Algo asustó a Mab en este dibujo porque ha decidido correr. Y con cuatro piernas se llega lejos.[/lang_es][lang_en]Something scared Mab in this drawing, she has decided to fee. And with four legs you can go far.[/lang_en]
Sylvia von Harden, la inmortal
«You know, if one paints someone’s portrait, one should not know him if possible.»
-Otto Dix
Hoy les comparto una de mis obras favoritas de la pintura, hecha por uno de mis artistas preferidos de todos los tiempos: el alemán Otto Dix.
Sylvia cuenta en su artículo de 1959: Memorias de Otto Dix que cuando el pintor la conoció en la calle tuvieron un intercambio que comenzó con él diciéndole:
-«¡Debo pintarte! ¡Simplemente debo hacerlo! Representas toda una época…
– Así que usted desea pintar mis ojos faltos de lustre, mis ampulosas orejas, mi larga nariz, mis labios delgados; quiere pintar mis manos largas, mis cortas piernas, mis grandes pies,- ¿cosas que pueden espantar a la gente y deleitar a nadie?
-Te has caracterizado a tí misma brillantemente, todo ello nos llevará a un retrato representativo de una época interesada no sólo en la belleza exterior de una mujer sino más bien en su condición sicológica.»
El retrato mide 120 por 88 cms, es una técnica mixta y se encuentra en el Museo Nacional de Arte Moderno de París, el Centro Georges Pompidou. Otra excusa para volver a París.
El mundo tiene cabeza de sombrero
«If you want to get ahead, wear a hat»
-@pandeperro
Este sábado por la nochecilla me dí una vueltita por el camellón de Chapultepec, a lo largo de tres de sus secciones se agolpa gente de toda clase y la nalgueadera es inevitable: sus librarios, artesanos y artistas plásticos atraen a los tapatíos ansiosos de sacudirse de la modorra familiar de fin de semana, o a aquellos que buscan un preámbulo entretenido para una larga noche. También hay música en vivo, los skatos patinan alegremente a lo largo de la avenida, las parejas se besuquean mientras los salpica la brisa húmeda que proviene del agua cochina de las grandes fuentes, los modernitos convierten la calle en su pasarela personal y los bicicleteros (algunos bastante hipsters) ruedan felices sobre el gastado pavimento.
Esa noche me topé con una adorable señora que teje. Teje y teje detrás de su mesa donde tiene infinidad de objetos de estambre. Me enamoré de dos hermosos gorritos. Ya los estrené ambos, hechos a mano por una doñita que bien podría ser mi tía abuela.
Todo esto me puso a pensar acerca de una de mis piezas favoritas de ropa de todos los tiempos: los sombreros. Son unos objetos bellos en realidad. Enmarcan el rostro, acentuándolo. Te hacen un enorme favor si tu pelo se rehúsa a acomodarse por la mañana, te protegen del inclemente creador-de-arrugas sol, y eso sin mencionar que te separan del resto de los mortales al caminar por las calles.
Pero alto, los sombreros, gorritos, boinas y demás adornos para la cabeza definitivamente no son para todos. Si resultas ser un pésimo lucidor (a) sólo terminarás gastanto sin sentido. Hay que ser lo más honestos a la hora de pretender comprar uno: a quienes nunca han tenido uno les aviso que se siente muy raro al principio, andas por ahí cayéndote de glamour pero con el cuello tieso de tortícolis. Toma tiempo habituarse pero vale la pena si te das cuenta de si el sombrero trabajó a tu favor. La gente se dá cuenta. La gente te dice. La gente te puede trollear a tus espaldas. Pero también tira flores. Y si el sombrero no te favoreció puedes regalármelo.
Yo tengo varios sombreros. Me encantan. Sé que me quedan bien. Creo que el hecho de que conozca poca gente que los sabe llevar se debe mas bien a que pocas amigas los usan. Anímense. Boten esas cosas horrendas que son las cachuchas (¡Guácala!), encasquétense un buen sombrero e ingresen a lo classy y sexy. El resto del guardarropa ya es elección libre.
Para una rica selección de sombreros visiten esas enormes tiendas departamentales que pululan por la ciudad, esa cuyo nombre comieza por L y termina con Iverpool tiene una sección nutrida y variada. Hay precios de todo. Igual sucede en esa tienda que tiene nombre de castillo de fierrro o algo así. Claro que pueden comenzar por el Camellón de Chapultepec y hacerse de una bella pieza tejida a mano.
¡Vistan a sus cabecitas con algo más que su pelo!
Una última anotación: los Juegos Panamericanos toman la ciudad desde el próximo viernes, el tianguis que les menciono será movido a Av. México durante las tres semanas que dura este evento. Ahí mero donde los domingos es el Trocadero.
La punta rota|The broken nib
[lang_es]Ayer estaba en la rayoneadera con mi súper finísima plumilla que hace líneas más delgadas que un cabello. En una de esas que la meto a limpiar al agua, al sacarla hice un movimiento un poquito menos delicado de lo normal y la quebré. Ya qué.[/lang_es][lang_en]Yesterday i was doodling happily with my extra super fine nib which makes lines thinner than a baby´s hair. At some point i dipped it in water to cleanse it, when i pulled it out i made a movement slightly harsher than i usually do and broke it. Have to get a new one.[/lang_en]