En esta sección subo periódicamente la rayoneadera que precede a todo cuadro junto con una explicación de lo que según yo estoy haciendo. Espero poder acercar el proceso creativo y de gestación de las obras. No todas llegan a buen término, muchas nacen, pero otras son abortadas. De cualquier manera, estas rayas sin depurar tienen una expresividad de que pueden carecer los trabajos ya terminados y bien pulidos. También encontrarán aquí las actualizaciones de mis otros dos blogs, en esta sección se tienden puentes hacia mis otros mundos en la web. ¡Disfruten y dejen sus comentarios!
«If trained right, can be used to smash things. Enemy things.»
-Definición de «elefante» sacada del Urban Dictionary
En este anterior post les prometí que les mostraría en que quedó aquella placa que comencé en aguafuerte. Les recomiendo leerlo si es que al ver esta imagen creen que la hice en lápiz, pluma bic o canutero. No, la hice con toda la fuerza y la sutileza de una tina de ácido.
Me gustan mucho los elefantes. Su prodigiosa fuerza, su memoria, su conciencia de los lazos familiares, su ciega brutalidad al defenderse, sus hermosos bebés y la curva grácil de los colmillos de los machos. Me encanta que tienen cuatro rodillas, amo sus trompa con la que alcanzan todo y también se acarician, su barritar ensordecedor, su aire de seres legendarios, sacados de quién sabe cual periódo post-dinosáurico. Y por si fuera poco, son símbolo de buena suerte.
En el Callejón somos animal lovers, nomás nos falta hacernos vegetarianos.
Este viernes me topé con una amiga que volvía ebria a su casa al filo de las 7 am. Pasó la noche bebiendo alegremente a puerta cerrada con los dueños de un pub y luego asistió a una amiga que de repente regurgitó el contenido de su estómago en el honorable Water Closet del local. El Jägermeister puso a esta mujer muy comunicativa, nuestro intercambio tuvo lugar a través del Skype -Dios lo bendiga-, cuando aquí eran casi las 12 de la medianoche y en Tampere (este lugar está en Finlandia) casi las 8 am.
Nos conocemos desde hace poco más de 10 años. La nuestra es una de esas amistades que ha sobrevivido a base de una pobre dieta de mensajitos por email, toques en el facebook, retweets y así. La chateada del fin de semana fué la primera que hemos tenido en años.
Las dos dimos gracias al inglés por ser tan fácil; sabemos que cuando el chino reine rampante las cosas no serán tan sencillas. Nos preguntamos algunas generalidades acerca de cómo nos ha ido en la vida últimamente, recordamos a una fallecida amiga británica a la que jamás vimos en persona, nos dijimos nuestras edades y luego estuvimos de acuerdo en que ninguna de nosotras actúa como una respetable mujer de tres décadas.
Recordé las cuatro palabras que me sé en finlandés: Yksi, kaksi, kölme y kiitos. Las primeras tres las conozco porque así se llamaban algunos de los gansos de la bandada que sale en la novela clásica de Selma Lägerloj: “El Maravilloso Viaje de Nils Holgersson”. Significan: “Uno, dos, tres”.
-“ Wow ” – me dijo la chica de Tampere – “ con eso llegarás lejos en un bar «.
-«Kiitos» – le respondí. Eso es «Gracias» en finlandés.
Después hablamos acerca de estereotipos. Le pedí que me describiera cómo era el de la gente de su país. Por el mexicano ni le pregunté, sé que es harto conocido en aquellos helados confines del pequeño mundo primermundista.
Como respuesta me mandó un vínculo a un sitio de cómics que dibuja una chica danesa conocida como Humon.
Las tiras que dibuja Humon no sólo abordan las caracterísitcas de los habitantes de cada país del norte de Europa, en muchas otras ilustra con desparpajo e irreverencia situaciones políticas, del pasado histórico, se burla de las costumbres de sus vecinos, pone de relieve sus comportamientos absurdos, se ríe sin reparos de las costumbres gastronómicas, sociales y religiosas. Me he divertido mucho mirando sus monos. Y lo que es más: me he cultivado.
Algún día pisaré suelo finlandés ataviada de sarape y bajo un enorme sombrero. Cuando conozca a mi amiga me cercioraré de que no un traiga cuchillo oculto bajo la manga, detrás del Jäger. Habremos de tener #pedasincera bajo el círculo polar ártico.
[lang_es]Algunos de los cuadros de la serie de Saskia anduvieron por la ciudad un buen rato. Pero al igual que su protagonista, han vuelto a casa aunque ya tengan dueño. Subiré las imágenes pronto al álbum de la serie.[/lang_es][lang_en]Some of the pics from Saskia´s series wandered through the city for a long while. Like their leading lady, they have returned home even though they are owned. I will upload the images soon to the series album.[/lang_en]
Maybe this will be a dark post. Something surprising specially after the shiny character or the last one. I don´t care. This is a post about what´s eating me, my personal concerns and worries. Things that awake me in the middle of the night o drive me drowsy with tiredness at noon.
First: my parents. My father is an almost 60 year old with deep financial problems, a good hearted soul who somehow manages to bump into people who end up abusing him. He is too trusting and gives himself too easily. I don´t know why, but this neurosis of him has taken its toll on my mom, whose advice he never listens. In the verge of his sixtieth birthday, he has nothing certain, no safety net moneywise, no savings, no insurance, nada. If something were to happen, even the simplest of accidents (like a broken bone) they don´t have a fucking penny to sort it out. And he is so broken because of all of previous decisions. This is what they have led him to. It panics me to even think of him at old age. He is extremelly sensitive to any remark said to him on this subject, which makes matters worse. Recently i have found myself incredibly angry, frustrated, not no mention fucking furious at him for his innability to be supportive, he can´t be relied on, unlike so many fathers out there. I am an adult and can manage, but my mom, oh my. She has arthritis, and though the evolution of her sickness relatively well, she has problems with the movement of her hand. Her obsession with house chores worsens her, yesterday i saw her painfully scrubbing the kitchen sink and realized -again, i´ve been aware of this since i am a child- that cleaning a house is how she wants to spend her life. And that´s how she wants to spoil her hands too: cleaning till ill falls off or worse. She has no friends, no social life, she is like a shade of grey, it pains me how far down her insecurities have dragged her. I panic when i think about my parents at old age. Maybe because i am looking and my grandparents, my gradma has trouble walking and talking because she has suffered small brain lesions, she has to be looked after all the time. My grandpa is still very strong at 83, but this sunday he awoke feeling a dizzyness so intense he couldn´t get out of bed. Yesterday i heard my mom saying that they could move in with them. I shivered at the mental image of the four of them in the same space.
I think i´d kill myself first before becoming a burden. I am deep and sensitive but also vain and proud.
And last but not fucking least: there´s the horrible violence and bloodshed ravaging my beloved country. I can´t be dismissive about it.
«We are all damaged in our own way. Nobody´s perfect. I think we all are somewhat screwy, every single one of us»
– Johnny Depp
Hubo un tiempo atormentado en el que andaba buscando el amor en el lugar equivocado. Conocí gente compleja e interesante, personas torturadas por su percepción del mundo, almas de sensibilidad exquisita pero quizá un tanto narcisistas. Esta crónica narra una noche pivotal en la que comprendí que hay mundos a los que no pertenezco, por más fascinantes que los encuentre. Un corazón roto puede ser una brújula vuelta loca, eso me pasó a mí.
«Las ratas cruzan presurosas la explanada del Expiatorio en pos de sus guaridas diurnas. Las esquivo con asco y dificultad, apenas aguanto los tacones. Son las 7:00 de la mañana. Amanece un sábado de abril. Debe ser la parte más fresca del día de esta primavera que acabamos de estrenar. Llevo un vestido azul de seda italiana que me costó carísimo en una boutique de un barrio “alternativo” de Hamburgo. Doy gracias a los dioses -en plural- porque regresa inerme. No le cayó cerveza encima. Nadie vomitó sobre él. Sigue de una sola pieza. No puedo decir lo mismo de mis medias púrpura casi nuevas. Exhiben un nada estético boquete a la altura de mi rodilla derecha. El taxista no quiso llevarme hasta mi casa. Paramos en Madero y Prisciliano Sánchez, de ahí ya no quiso seguir. No sé si es un patán o un imbécil. O si ya se hizo cierta idea de mí porque ando sola a estas horas. Ya no traigo chapetes, la piel de mis párpados absorbió la sombra de ojos desde hace un buen rato. Paradójicamente, los ojos se me ven más grandes, o sería que el espejo del baño de mujeres del café Lido me distorsionó a favor. A estas horas ya he perdido todo el glamour que tan cuidadosamente trabajé horas antes. El hechizo temporal de la lustrosa apariencia de cabello planchado y ojos ahumados debe haberse roto por ahí al filo de las 4 am cuando confronté al tipo que no paró de coquetearme a lo largo de toda la fiesta. Ahora sólo quedo yo, dentro de mi disfraz de mujer hecho jirones.
Se animó a acercarse hasta que estuvo borracho. Yo programaba cualquier canción en la laptop del anfitrión y él se endiosaba. Me sorprendió. Nadie había sido nunca tan frontal conmigo. ¿Un caballero ahogado en alcohol? Me pidió que si podía besarme la mano. Yo tampoco era, a las 2 am, la imagen de la sobriedad, se lo permití. Sentí la ausencia de varias de mis amigas, supe que debían estar en el patio, fumándose el único gallo de la fiesta. La luz era tenue, las caras estaban envueltas en penumbra. Él también se sabía la letra de Parklife. La cantó incluso con un sobreactuado acento que pretendía sonar británico. A esas horas y en mi estado, más bien me sonó escocés. Onda Mark Renton. Le fascinó que me fascinaran Leonard Cohen y David Bowie, que me supiera todas las letras. Le fascinó lo de él que vio en mí. Pero en esa fiesta todos éramos espejos, todos teníamos el mismo pelaje, le aullábamos a lo mismo. “Permítanme decirles que, ustedes las mujeres…”-empezó a decir, atragantándose con su propia saliva- “son una maravilla, son la onda, ¡que viva la vaginocracia!”. Cuando alcancé a escuchar eso charlaba con las chicas de la fiesta, hablábamos sobre el futuro, de dónde íbamos a sacar ladrillos para edificar lo que deseábamos. Harta, lo agarré del hombro y me lo llevé al rellano de la escalera, donde nadie pudiera vernos. Se dejó llevar como un corderillo.
Él era considerablemente más alto que yo, y me quedaba a contraluz. Apenas podía verle los ojos. Debió pensar que lo aparté para besuquearlo o para hacerle alguna propuesta en privado porque pude notar su emoción cuando se acercó aún más a mí. Pero yo sólo deseaba hacerle una pregunta: “Dime algo, si somos taaaan maravillosas, ¿porqué ustedes son tan mierda?”. Peló tanto los ojos que pude ver su brillo en la oscuridad. Se quedó en silencio unos instantes. “Por pendejos, por eso” me respondió, luego me abrazó. Y me besó. El beso fue rudeza, dientes y encías. Y yo, que me sentía tan valerosa dentro de mi traje azul –y más aún después de cuatro cervezas-, tan imponente sobre mis tacones de aguja, tan invencible y chingona detrás de mis sombras grises, rompí a llorar como magdalena mientras me decía que no sabía quién me había lastimado, pero que no tenía idea del tesoro que había perdido, y que ningún hombre merecía que una mujer llorara por él, ni siquiera Brad Pitt. Luego agregó lo hermosa, lo divina, lo guapísisisima que me encontraba, lo mucho que le gustaba, dijo que no me fallaría, que si mi personalidad, que si mi pelo, que si mi manera de ser, y mientras más cosas hermosas me decía, más lloraba yo. Quería que nos fuéramos a su casa. Al oído me suplicó que lo dejara amarme. No le dije que no. Pero él entendió. Abandonamos la fiesta en taxi y nos dirigimos al Lido. A las cinco de la mañana. Los parroquianos parecían restos de algún naufragio. Los manteles de poliéster estaban todos repletos de agujeros abiertos por cigarrillos encendidos. Mi acompañante y yo nos sentamos cerca del baño. La camarera de cara grasosa y pestañas tiesas como telarañas nos tomó la orden: un café negro para mí, una tecate para él. Seguía pidiéndome permiso para besarme la mano mientras vaciaba la primera cerveza de cinco. Nunca pude verlo sobrio. Supe que es cineasta y que tiene broncas con la soledad. Le eché cuatro cucharadas de azúcar al café. Todo lo posible por endulzar esa madrugada. Tenía sus ojos clavados en los míos a sólo un palmo de distancia. Pude ver un polvo blanco en sus delicadas fosas nasales. “Proyectas tanta esperanza” –me dijo, y luego agregó que me amaba. Se me escurrieron un par de lágrimas más que ya no tenían que ver con el desamor, los ojos me escocían. A las diez tenía una despedida de soltera y antes debía despedirme de él. Pedimos la cuenta.
Abracé, tal vez por última vez, a ese hombre que dijo haberse enamorado de mí en unas horas. Con los primeros rayos del sol dolía verlo tan perdido. Yo sabía que lo nuestro que nunca empezó en realidad no habría funcionado. Pero sus palabras fueron lo que necesitaba oír. Abro la puerta del taxi, la piel del dorso de mi mano rígida de saliva seca y me marcho a casa. Miro la ciudad despertarse. Aquello que busco no puede estar muy lejos.»
[lang_es] Esta placa de zinc luce muy bien entintada y lista para ser impresa. Por eso le tomé la foto. Cuando ví la prueba impresa me dí cuenta que no tenía pies ni cabeza. Horrible. Ni modo. Tomé la decisión de borrarlo todo. Asi sucede a veces, pasé horas borrando mis propios rayones sobre el metal. El próximo lunes nacerá otro grabado.[/lang_es][lang_en] This zinc plate looks very good inked and ready to be printed. That is why i took a picture. When i saw the test print i realized it had no logic and that the composition sucked. Horrible. It could not be helped. I decided to erase it all. It happens like that sometimes, i spent hours sanding down my own doodles on the metal. Next monday another engraving will be born.[/lang_en]
…eso es lo que a veces creo que soy. Por alguna extraña razón, la gente conocida y extraña me cuenta sus cosas. A veces las más orates, otros las más dolorosas. Los taxistas son unos seres que desbordan historias. Por lo general me cuentan de sus pasajeros, las menos me cuentan sobre sus vidas. Esta es una crónica de unas confidencias que me confió un taxista el año pasado, cuando al levantar una ansiosa mano sobre la avenida él fué el primero que se ofreció a llevarme. Se las comparto:
“Creí que era su vestido de novia” me dice el taxista a propósito del largo plástico blanco en el que llevo envueltos varios cuadros. Éste ondeaba al viento que precede a toda lluvia inminente cuando levanté la mano para pararlo. Es toda una ironía. Más cuando no tengo idea de si algún día querré casarme de blanco. O si aquello con lo que siempre estaré casada será el dibujo. Todavía estoy tratando de acomodarme bien en el asiento trasero del vehículo cuando indaga: “¿es usted pintora?”. No es exacto, -sobre todo soy dibujante- pero respondo que sí. Un sí categórico. Apenas puedo verle la parte de atrás de la cabeza desde donde estoy sentada. Lleva revueltos los pocos pelos que le quedan, y cosa extraña, no suena ni la radio ni música alguna dentro del vehículo. Se crea una burbuja de silencio mientras circulamos por López Mateos. A la luz roja del semáforo, el taxista inclina angustiosamente su cabeza de un lado a otro. Parece que trae al mundo entero sobre sus hombros. La burbuja se rompe cuando se lo digo. Me entero de que solía ser transportista hasta que hace unos meses su tráiler se dañó. Necesita 30 mil pesos para volver al camino. Luego me informa que recién enviudó. A continuación menciona que está enamorado de nuevo. Voltea a verme en otra luz roja. Los ojos azules lucen tristísimos y cansados. Sonríe con timidez. Le faltan todos los dientes que debieran ir entre los caninos. Su nueva novia vive en Tepic. Trabaja de cajera en un Ley. Y se porta méndiga con él. No le dice que lo quiere.
“Cuando la conocí, pensé que esas pulgas no brincaban en mi petate, pero resulta que si brincan. Mire que así, chimuelo, sigo teniendo mis pegues”. Hay orgullo en su voz cascada. Y añoranza. La chica/señora no se acaba de decidir a venir a vivir con él. Está desconfiada. Crió sola a sus hijos. Puedo entenderla, pero eso no se lo digo al taxista. Llegamos a mi destino pero no me bajo pues él sigue hablando. No me atrevo a cortarlo. Luego viene la historia de un viejo amor del camino. Una adolescente de 16 años. Se amaron locamente por tres días. En alguna ranchería en Chihuahua. “Me sentía como un méndigo toro”-comenta. Él siguió camino. Cuando pasó de nuevo por aquel lugar al venir de vuelta, la chica estaba muerta. El padre la mató a balazos por su deshonor. Pienso que hay gente que paga demasiado caro su amor. Esa chica pagó el precio más alto. No sé qué decirle. Minutos después aún puedo sentir vibrar la brutalidad del episodio, él aparenta demasiada serenidad. Sus ojos no se han empañado ni un segundo. Creo que a él no le haría mal llorar un poco. Le recomiendo una masajista de shiatsu que hace unos meses literalmente me exprimió las lágrimas cuando hundió sus dedos implacables en mi espalda. Entonces me dice que sus recursos son escasos. No ha empezado a llover. “Casi todo el dinero que gano se lo mando a mi novia, por eso no me he puesto mi prótesis dental” a estas alturas de las confidencias, puede sonreír sin pena. Alcanzo a verle la campanilla. El amor siempre tiene un precio.
Probably i´m in not condition of writting right now. In the heart of
this moment i´m listening to Bowie singing about a Rebel while some weird smoke comes from my neighbor´s window. Which makes me remember a very recent time when someone in the building decided to throw some Hiroshima mass-murdering ant poison.
About a month ago i was riding an art collector´s pick up with his family in the aftermath of a huge thunderstorm. In this city, rain is not a gentle phenomena. It pours down furiosly: people´s houses are flooded, trees fall down, power shuts down and so on. I was so happy i was on board this powerful vehicle i even said out loud: «Oh how lucky are we to be on this truck, no harm will come to us» I had not ended uttering this words when the all-mighty vehicle stopped on its tracks, something happened it broke down. A funny whipslash kinda noise came from the motor. What followed was a massive black out and the slowest and most crowded taxi ride of my entire life. I got home at 2 am completely knackered and entirely convinced that my collector is completely barmy. This sorta things only happen to him. And i am supposed to be the crazy artist. Jesus.
I have to tell all of you that on my way home from the engraving workshop, about an hour ago, i saw a flock of little black birds. Hundreds of them, flying in a river-like formation, making the most beautiful noise with their fluttering wings. I wish i was Tiresias right now, for he could foresee the future through bird-watching.
Something great happened about three weeks ago. I think it would be enough if i just said that my life has changed entirely for good. Most of the time i feel happy and blessed, the least of the time i am freaked out and scared, but i think that i have learned, after a long time of smacking into walls and feeling miserable, to be happy and complete-by-myself, i knew the joys of my solitude and now share myself from my sense of wholeness, not from my emotional voids. It took me more than two years to evolve into the person i am now. It was a long way but it was worth every step.
I can say with all honesty i am still a terribly insecure person. And thay maybe i have many things stalled because of this yucky factoid of my personality. I keep pulling and pushing myself because time is a ruthless creature and it simply does not know the meaning of mercy.
[lang_es]Cuando estaba haciendo la serie de Saskia en el Subterráneo, pensé que ella al final perdería su larguísimo pelo. En algún lugar leí que la memoria emocional se queda en el cabello, así que pensé que sería una forma de dar a entender que ella, de alguna manera, se liberó de cosas. Luego me dí cuenta de que Saskia pelona no es ella. Se ve triste sin su pelo. Así fué como conservó su liso infinito.[/lang_es][lang_en]When i was working on Saskia en el Subterráneo (Saskia on the Underground), i thought that she would lose her long hair in the end. Somewhere i read that the emotional memory is stored in the hair, so i believed it would be a way to get across the point that she freed herself from stuff. Then i realized that an almost bald Saskia is simply not her. She looked sad without it. So she kept her infinite locks.[/lang_en]
[lang_es]Estas monas fueron producto de un momento completamente random, sin propósito ni beneficio, sólo miran desde el cuaderno.[/lang_es][lang_en]This women where the product of a moment of utter randomness, without any purpose whatsoever, thet just stare from the sketchbook.[/lang_en]
Probably i´m in not condition of writting right now. In the heart of this moment i´m listening to Bowie singing about a Rebel while some weird smoke comes from my neighbor´s window. Which makes me remember a very recent time when someone in the building decided to throw some Hiroshima mass-murdering ant poison.
About a month ago i was riding an art collector´s pick up with his family in the aftermath of a huge thunderstorm. In this city, rain is not a gentle phenomena. It pours down furiosly: people´s houses are flooded, trees fall down, power shuts down and so on. I was so happy i was on board this powerful vehicle i even said out out: «Oh how lucky are we to be on this truck, no harm will come to us» I had not ended uttering this words when the all-mighty vehicle stopped on its tracks, something happened it broke down. A funny whipslash kinda noise came from the motor. What followed was a massive black out and the slowest and most crowded taxi drive of my entire life. I got home at 2 am completely knackered and entirely convinced that my collector is completely barmy. This sorta things only happen to him. And i am supposed to be the crazy artist. Jesus.
I have to tell all of you that on my way home from the engraving workshop, about an hour ago, i saw a flock of little black birds. Hundreds of them, flying in a river-like formation, making the most beautiful noise with their fluttering wings. I wish i was Tiresias right now, for he could interpret the future through bird-watching.
[lang_es]Esta dama está en el cuaderno de bocetos. Todavía no sé quién es. Ella proviene de cuando aún andaba coqueteándole apenas a la tinta.[/lang_es][lang_en]This lady is on the sketchbook. I still don´t know who she is. She comes from the time i was still flirting with ink.[/lang_en]
«¿Que qué me ha dejado el grabado? Pues muchos fierros, muchos cobres.»
-Francisco Toledo
A principios de los ochentas, en el Taller de Grabado de Mario Reyes en la Ciudad de México, el maestro Francisco Toledo (Juchitán, Oaxaca, 1940) modificó varias placas de grabados coloniales religiosos. Al herirlas con puntas de diamante y atacarlas con ácidos, les brindó otro carácter a estas escenas de pasajes clásicos de la imaginería católica.
En una entrevista reciente, el artista oaxqueño rememoró la ejecución de este trabajo, aseverando con una sarcástica seriedad que a Mario Reyes no se le entiende nada cuando habla -dicen por ahí que eso es cierto, yo no lo puedo asegurar ya que no he tenido el honor-. Y que además, por alguna extraña razón, el ácido se rehusaba a atacar apropiadamente las placas.
«Mario lo atribuyó a una señal divina. Él es un hombre muy católico.» – afirmó el artista sin apartarse del sarcasmo. Los que conocemos algo del impresor y también artista por cuyo Taller de Gráfica han pasado nombres de la talla de José Luis Cuevas y Leonora Carrington, sabemos que Reyes es completamente ateo.
En una de las placas, una multitud de ánimas en pena se cubre con paragüas para evitar ser salpicados por la sangre de Cristo quien derrama líquido hemático a raudales. Sobre el tablón transversal de la cruz, un extraño conejo con cola de zorro otea la escena. En otra, la Virgen María derrama sus bendiciones -literalmente- a travéz de una manguera negra sobre la jícara que un fiel venerador le ofrece. En aquella, Cristo sostiene un colorido tambor rojo con todo y las baquetas entre sus manos cruzadas, un diablo contorsionista describe con su cuerpo un medio círculo dentro de su alba túnica.
Todas estas imágenes las produjo el maestro al mismo tiempo que Carlos Monsivaís escribía los cuentos que irían emparejados con ellas. La publicación titulada «Nuevo Catecismo para Indios Remisos» incluye en su edición de la casa editorial Era nueve de los grabados del artista gráfico.
Francisco Toledo no es «sólo» grabador, también es pintor, editor, ceramista, escultor y promotor cultural. Es el artista mexicano vivo más cotizado dentro y fuera de México. Es un personaje al que no puedes dejar de adorar ya que después de ser sacudido por la fuerza de su trabajo, lo descubres siendo completamente sencillo en las entrevistas, con la simplicidad de quien está tan seguro de su lugar en el mundo que no siente la necesidad de explicar nada. Bajo su exterior aparentemente rústico se esconde su tremendo intelecto, afilándose las uñas para saltar con su fino sarcasmo sobre cualquier interlocutor que no esté a la altura con un latigazo verbal, de esos que no se sienten sino hasta un rato después, cuando te das cuenta de que te pendejearon sin darte cuenta.
Una muestra de esta faceta de su personalidad la ví claramente en su exposición Los Cuadernos de la Mierda, la cual fué albergada por el Museo de las Artes de la UdeG hace algunos años. En esta muestra había 56 imágenes de un total de 1,500 que el maestro realizó durante su estadía en Francia a mediados de los ochenta. Esta obra fué entregada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el año 200o como parte del programa «pago en especie».
En el universo que nos presentó se fundían tradiciones milenarias con escenas cotidianas y fantásticas, en las que intervinieron animales, esqueletos, insectos y calacas que defecaban solitarias o en grupos de animada charla. Todo para la honorable secretaría que maneja nuestros impuestos.
Les recomiendo ampliamente que se den una vuelta a su librería con sillones favorita, vayan a sección de arte, tomen un libro con imágenes de él y dejen que su iconografía les hable a través de los ojos.
…because i had to show it last thursday. I was at our monthly Geek Girl meeting and i knew the gals wanted, for some strange reason having to do with a tit-showing twitter celebrity, to show some cleavage and why not, the entire bra-covered rack.
So we were told to bring our best and most beautiful bra. A tough task for me, since the last time i bought one was a couple of years ago. So i went into my drawers and found a decent looking one. Not quite pretty but showable.
I went to the meeting wearing my brand new suspenders -which i love– a friend of mine, also with the braces fever, brought hers. And after a fruitful reunion in which we appointed tasks to be done for the major Geek Girl Meet Up of December, the girls decided it was time to go shirtless. First our leader took her blouse off, revealing a liliac bra, then my friend tossed her white shirt off, she was wearing what it would turn out to be the prettiest bra of all of us. When she did it, i had to do it. Peer pressure and a strange elation took over me. When three of us where baring it, another one did, and then another, and another. It was some sort of chain reaction. Some girls plainly refused but they where the least.
Then we were taken pictures, we held each other´s shoulders and didn´t pose. When i looked at the pics i realized that suspenders make you look slimmer. It may be that two parallel black vertical lines down the torso work like a figure slendering visual effect. Anyway, it felt like a tribal thing, getting half naked with female friends. We were all giggly and i thing that also proud of ourselves. I felt that a new sense of trust was born out of the bra-showing act. I was marvelled at how different we are from each other, so diverse our body shapes and forms, all beautiful.
And oh-god, we are smart as hell also.
Geeky Sunday to you all. I´m off to watch Super 8 in a while.
[lang_es]Esta es mi fiel bici. Se llama Babel. Pronto cumpliré dos años pedaleando sobre ella. Es una Columbia de los sesentas recuperada. Pesa media tonelada, es de contrapedal, sin velocidades. Perfecta para mí.[/lang_es][lang_en]This is my faithful bike. Her name is Babel. Soon she and i will celebrate two years of me pedaling on her. She is a refurbished sixties Columbia bycicle. Having back pedal brakes, weighting half a ton, and being non-geared only adds to her allure and personality. She fits me.[/lang_en]
[lang_es]He estado tratando de incorporar a este hombre en la nueva serie. Pero de una u otra forma, aún no encuentra su entrada en escena. Los demás personajes le han ganado los papeles.[/lang_es][lang_en]I have been trying to add this men in the new series. But in one way or the other, he still can´t find his way on stage. The other characters have stolen the parts.[/lang_en]
[lang_es]Este boceto en temple al huevo es uno de mis resultados de experimentar con la técnica. Lo hice en un período de mi vida en el que no sabía para donde seguir. En medio de la etapa post-expo, en el marasmo de volver a quedarme embarazada creativamente.[/lang_es][lang_en]This sketch is one of my results of experimenting with the egg tempera media. It was made in the midst of a life period when i didn´t know where to go. It was just after a solo show, in the paralysis of seeking becoming creatively pregnant again.[/lang_en]
[lang_es]Un boceto que nunca realizé. Se quedó en el tintero. Se los comparto.[/lang_es][lang_en]A sketch i never did. It remains on queue. I share it with you.[/lang_en]
[lang_es]Estuve haciendo un fascinante viaje por los recuerdos en un cuaderno que ya no tiene más páginas en blanco y me encontré los planos de dos de los cuadros de la serie de los gourmets. La segunda parte de esta serie la trabajé de una forma que no he vuelto a repetir: hice todos los bocetos antes de ejecutar ningún cuadro, de modo que llegué a tener en fila hasta 6 ideas resueltas.[/lang_es][lang_en]I was making a most journey travel through memories browsing a sketckbook that no longer has white sheets and i bumped into this two drafts from the gourmets series. I worked the second part of this project in a way i have not repeated again: i made all the sketches before actually executing any picture. Finally i had up to 6 ideas standing in queue.[/lang_en]